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de los reyes. Qui [contemuntint] me erunt ignobiles. los que han despreciado el primer instituto,
en que Dios los puso es justo que sean des honrados, y despreciados delante de Dios
y de los hombres, en que [seve] que antes sera muy grato al Rey nuestros y a su consejo,
que esta provincia se dedique a las misiones, puessto que se hechan menos en ella, y no hay
que admirar pues cuando de las demás ordenes. Se refiere en el consejo, que propagan
con sus diligencias la fe, de nosotros. Se dice que con nuestras acciones la desacreditamos
cuando de las otras se dice que levantan iglesias en las tierras de los infieles, de nosotros
se oye que dejamos arruinar las que estas y a edificadas en las tierras de los católicos,
por nuestras [codicias] por nuestras omisiones por nuestro poco celo, cuando de las otras
se oye. Que pasan trabajos y persecuciones por el bien de las almas, de nosotros solo se
oye que con pleitos, ambiciones, simonias, y mercancia las escandalicamos; todo lo
cual consta de las reales cédulas, que estos años a despachado el consejo al Gobernador
y Real Audiencia, y también a estra provincias. Y así aunque el renovarse la misiones
no fuese tan de la gloria de dios y provecho de las almas. Que debe ser el fin prin-
cipal de este empleo se debían renovar solo por volver por nuestro crédito en el
consejo donde esta tan perdido, para que así como hasta ahora sean oído en en nuestras
faltas, y escándalos, se oyese, que también tiene esta provincia religiosos, que saben
entregarse ala pobreza a los trabajos a las persecuciones, a los peligros, y a la misma muerte
por la honra de Dios y propagación de la fe católica. Que profesamos, lo cual sería tan gra-
to al Rey nuestro señor, y su consejo, como les ha sido molesto el oír tan repetídamente [nuestros]
excesos.

A la tercera dificultad, se responde aun mas fácilmente, por que no sen tan excesivos
los gastos, que traen en estas misiones, que no pueda hacerlos la Provincia, y mas si hay toda
la cuenta y razón que es justo, en sus bienes, atrevome a segurar que con la mitad de los
desperdicios que comunmente hay se pueden sustentar seis religiosos en Tunquin o China
mas dado que la provincia no pudiese con estos gastos, ninguno puede negar salva la fe
que vale mas la promisa de Cristo quaerite primum regnum [der Sa.] que muchos censos
y estancias, lo cual quizo Dios que creyésemos no solo pro fe. Sino por manifiesta experiencia
cuando el Padre Fray Juan de Rivera salió para la mision de Japón, pues se vio, que le ha
cudieron con limosnas muy considerables, sin hacer la menor diligencia de su parte
y aún desprecio mas limosnas, que recibió y cierto que no se yo que haya tiempo en que mas
no debamos prometer de Dios, pues según las cosas, de la provincia sean hido empeoran
de solo su divina majestad puede mejonarlas, sin que baste ha esto posibilidad humana
a esta misma fe y confianza nos anima, lo que pasa en las demás de la corte los Padres
de la Compañía, para la misión de Ladrones, fuera de lo que les han dado, en Nueva España,
lo mismo pasa en las religiosos de Santo Domingo y San Francisco que ha título de las misiones
de China así en Nueva España. Como aquí recogen muy gruesas limosnas y claro
es que había de ser así, por que no era razonable, que los hombres se desterrasen, y [puere]
sen en tantos peligros, por la honra de Dios, y que su majestad se olvidase de su sustento