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el padre rector de Iloilo con una muy [general] que era
decir el padre prior es amigo de pleitos que viene a alborotar el
puerto de Iloilo, cargado de indios que aquí deseamos darle
gusto. Y su reverencia no trata más que de darnos pesadumbre y que
le hacía tener un indio más o menos, y que daría parte
a su prelado que era religioso inquieto, enemigo de la paz
u otras cosas a este tenor. Y como lo prometía así lo hacía a las
veces con que ya de aburridos los padres priores de [Javan] los negocios
todos y se volvían a sus conventos. Con que solo quedaba el alcalde
mayor como parte que éste tampoco quería pleitos con los priores de
la compañía y que de Manila le viniese algún sinsabor, con
que los indios, viéndose desamparados por todas partes de [Javan]
perecer su justicia.

Vino en esta sazón a visitar esta provincia nuestro padre Fray Alonso Quijano,
siendo prior de Panay. Y muy en particular se le encargó
de Manila, [compusiese] las inquietudes de la estancia con el Padre
Colín que era provincial de la compañía y venía a visitar a Iloilo.
Se hizo así como se puede ver en los conciertos que fueron tan
a favor de los priores de la compañía que replicaron los padres priores de Tigbauan
y Guimbal a nuestro padre provincial. El cual les respondió "miseremini
mei miseremini mei saltem vos amici mei", diciéndoles
que por amor de Dios [le deshacen ] de pleitos con los priores de la compañía
y con el gobierno que pues no estaba seguro un arzobispo, menos lo
estaría el provincial.

Por este tiempo sucedió que el padre rector de Iloilo pidió por favor
al padre prior de Jaro le permitiese poder hacer una huerta en
Mandurriao, en que sembrar hortalizas para su regalo porque en
el puerto de Iloilo decía no tener comodidad para ello. Y mirado
el negocio por parte de dicho padre prior de Jaro, le respondió que daría
la tal licencia con tal que fuese de tantas brazas de capacidad
y no más que las estacas con que sacasen dicha huerta no fuesen
de dapdap o anonang que crían raices; que no se pudiese sembrar