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A la ciudad de Manila sobre
las plazas de las naos.

El rey. Consejo, Justicia y Regimiento de la ciudad de Manila de las islas
Filipinas. Con ocasión de habérseme representado
por una parte por mi Junta de Guerra de las
Indias que mis virreyes de la Nueva España hace novedad
en las elecciones que se hacen en esas islas de
generales y almirantes de las naos que vienen a Acapulco,
y que sin embargo de las vías se eligen en la
dicha Nueva España a otras personas que los dichos
mis virreyes así (en la nao digo) en daño y perjuicio
de los que vienen nombrados como por los inconvenientes
que resultan de su poca experiencia en esa
navegación. Ordeno al marqués de Cerralvo virrey
de México guarde y cumpla precisa y puntualmente
las cédulas y órdenes, que hay en esta razón, y las
costumbre que siempre se ha observado sin hacer
novedad en contrario. Y que mi gobernador y capitán
general de esas islas tenga particular cuidado de
hacer estos nombramientos en personas de las partes
y calidades que se requieren para ello de que
me ha parecido avisaros para que lo tengáis entendido.
Hecha en Madrid a cinco de febrero de mil y seiscientos y treinta y cinco años.
Yo el rey. Por mandado del rey nuestro
señor. Don Gabriel de Ocaña y Alarcón.
Al pie de esta real cédula está una rúbrica,
y atrás de esta dicha real cédula están seis rúbricas
al parecer son de los señores del supremo consejo
de las Indias.

Yo el general Don Benito Carrasco, que lo