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Pues por razón de maestre de campo o gobernador del tercio, no la
podía tener en los indios miserables. Le declaro por culpado
y lo remito al final.

21. En cuanto al cargo veintiuno sobre haber hablado
irreverentemente en público del señor conde de Salvatierra,
gobernador y virrey en la Nueva España, del señor Don
Sebastián Hurtado de Corcuera, en el tiempo que se le estaba
residenciando de los cargos de gobernador, presidente y capitán
general de estas islas, prorrumpiendo contra sus personas
en desacatos injuriosos. Le pongo culpa y lo remito al final.

22. En cuanto al cargo veintidós sobre haber persuadido
al dicho señor gobernador Don Diego Fajardo, con siniestros informes
y falsas noticias, procesase contra la persona y honra del
maestre de campo Don Lorenzo de Olaso, y haberle mandado quitar
alevosamente la vida con veneno por medio del Capitán
Gregorio de Dicastillo, su confidente y del Sargento Granados,
por ambición de sucederle como le sucedió en el bastón
y placa de maestre de campo que ocupaba el dicho
Don Lorenzo. Y haber ordinado y dispuesto que
fuese a Ternate a la averiguación de los asesores que
se habían empezado aprobar en esta ciudad ante dicho Estacio
contra el dicho Don Lorenzo, por juez de comisión al
sargento mayor Don Juan de Zarauz, íntimo amigo
entonces, hechura y confidente del dicho Manuel Estacio.
Y el dicho Don Juan de Zarauz por lisonjear al dicho Manuel
Estacio e instruido de él, le hizo crueles e inhumanos tratamientos
en la prisión en que murió con gran miseria,
incomodidades, necesidades y desconsuelos. Le pongo
culpa, y lo remito al final.

23. En cuanto al cargo veintitrés que se le hizo de haber
hecho y mandado hacer a su maestre de campo actual Don
Fernando de Ayala, en edad de sesenta años, graves e injuriosas
molestias y vejaciones crueles, así en esta ciudad,
como en el puerto de Cavite, por medio del almirante Sebastián
Báez, castellano del dicho puerto, confidente del dicho Estacio,