Pages That Mention Isabel
Sobre el robo de la cruz del Santo Niño de Cebú por un sacristán, esclavo del convento. 1625.
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{Al margen izquierdo: Declaración y [tormento] a Tomás, esclavo del convento.}
En la Ciudad del Santísimo Nombre de Jesús a dos dias del mes de mayo de mil y seiscientos y veinte y cinco años su señoría reverendísima para más averiguación y saber quien hurtó la cruz y cadena, y por los autos parece estar Tomás esclavo del convento indiciado, habiéndole su señoría reverendísima hecho algunas declara preguntas, siempre anduvo [vacilando], y para que de todo punto se dijese la verdad le mandó poner en un potro de tormento con nueve cordeles, y se le requirió dijese la verdad, y siendo preguntado si hurtó la cruz y cuando: Dijo que es verdad que hurtó una cadenilla con la cruz en el tabernáculo del niño, quitándosela del pescuezo, y luego la empeñó a una india llamada Isabel, y esta es la verdad.
Preguntado quién le dio la llave dijo que el hermano Fray Martín le dio la llave para abrir el tabernáculo un viernes para la misa y que se dice de nombre de Jesús.
Preguntado diga la verdad que quien dijo la misa el día que hurtó la cruz, dijo que el Padre Fray Alonso Clemente y ésta es la verdad.
Preguntado que como le dio la cruz a la india llamada Isabel, respondió que un esclavo del padre prior llamado Jacinto, se la hurtó a este declarante y este que declara [conoció] la dicha cruz en poder de la dicha Isabel y se la quitó y luego a cabo de tres semanas este declarante le empeñó a la dicha Isabel la cruz en seis [reales], y esta es la verdad para el juramento que hizo en forma de derecho que hizo y lo firmó de su nombre juntamente con su señoría reverendísima.
Ante mí Fray Joan de Ricovayo
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visto en poder y manos de una Isabel, la cual estaba en ofensa de dios con un esclavo del Padre Prior Fray Joan de Montemayor, llamado Jacinto, y lo mismo juró otro testigo de esclavo del convento, llamado Manuel, el cual la vido en poder de la dicha Isabel, que se la había dado Jacinto, esclavo del padre prior, y con estos dos dichos se envió a llamar a la dicha Isabel al pueblo de Bantayan, a donde estaba desterrada. Y preguntada que había hecho de la cruz, la cual, aunque se puso a cuestión de tormento y le apretaron los cordeles, siempre negó. Y después de todo esto fue llamado un esclavo del convento, llamado Tomás, sacristán, el cual preguntado por la cruz confesó de plano que él la había hurtado y que a él se la hurtó Jacinto, esclavo del padre prior, el cual la dio a Isabel su amiga. Y preguntado este Tomás, que había hurtado esta cruz, en que tiempo había