2

poder del tirano Ex sub prefecto Peralta, que
á pretesto de defensor de la Ley , les acarreó in¬
finitos males? ¡Desgraciada Provincia! la causa es
vuestra, mirad por el honor de vuestro hijo, que
ya os halláis libre de la opresión de este abigero.
Cuba no es a aquel a quien lo persi¬
guen en juzgados por robos rateros de caballos,
mulas, bacas, que hubiese substraido de la
Provincia en tiempo de su mando, no es es¬
te aquel, ha muerto al Cura de Alca quitan¬
dole a la fuerza doscientos pesos , y obscurecien¬
do después sus bienes, tampoco es el que man¬
dó arrimar 25 azotes à Maria Llerena, ni menos
el que ha usurpado el haber propio de los oficia¬
les y la tropa que comandaba aumentando asi
gastos. En una palabra, no es el aspirante que
por solapar sus crímenes , y conseguir subrepticia¬
mente destinos, juramentó à su compañero D. Jo¬
sé Bravo de Rueda, intimándole á este un perpe¬
tuo silencio de todos los hechos de que era sa¬
bedor, y que hoy lo lloran aquellos Pueblos, de¬
testando la presencia del cobarde, que después de
comprometer la Provincia, corrió desde el punto
de Alhuacchuyo, cien leguas hasta Coracora,
abandonando con la mas infame verguenza sus
tropas, á sola la juiciosa discreción de los señores
Rueda, Mancilla y Bernedo; sino que mas bien,
es aquel, que en el abandono triste en que dejó
comprometida la provincia, fue quien la salvó de
las iras de la Columna de operaciones que arribó
a castigarla, asegurando con su persona y bienes
el orden que prometió, al mando de que se en¬
cargó, no por el Gobierno intruso, si no por el
mismo Pueblo y la Municipalidad, que atinjida
del enemigo lo llamó en su defensa, por que en
tal estado, no encontrandose otro indiviuo, era del
deber propio de este, como hijo de ella, el con¬
servarla, como en efecto; puesto al mando militar
á costa de su peculio, la conservó en paz, salvan¬
do la vida e intereses de muchos vecinos de ella,
que hubieron de ser fusilados, como fueron Don
Valentin Salas, D. Narciso Arias y otros, segun
consta de los documentos que se han jirado al ca¬
so, en el juzgado de derecho menos antiguo de
esta Ciudad: no por adhecion, como se dice, a aque¬
lla causa, si no por el bien de su pais, y la tran¬
quilidad que se consiguió felizmente, hasta los dias
del 20 de mayo en que se pronunció por la mis¬
ma Ley, iluso de los acontecimientos de Maquin¬
huayo, y pronunciamiento del Cuzco. Últimamen¬
te, Cuba no es el que la ha traicionado, a su Pa¬
tria como injustamente se le imputa, por que el
traicionar es solo de los aventureros, que venden
servicios á la Nación, más no de los que te¬
niendo esa comodidad más que suficiente y fami¬
lia que perder, toman la defensa de una justa
causa. Y si no pregunto, ¿Cuales son los ma¬
les que ha causado este? ¿y cuales los bienes
que han resultado en favor de la causa por la em¬
presa de que se jacta el COBARDON PERALTA?
Ya tengo dicho que solo robos, perjuicios, y
y.... Cuidado ! por que este es de los que
como tirado á lazo, no gratificandosele luego lue¬
go, dá como borrico patadas á discrecion, y si
nó traslado à aquel hecho anterior, en que des¬
pues de haberse ofrecido, y haber salido de orden
de Bujanda con tropas, en persecución del Bene¬
merito Belapatiño que expedicionó por aquellos lu¬
gares en favor de la presente causa, volvió trans¬
formándose en libre arrepentido, la piedra contra su
amo, per que este nó lo consideró capaz del pre¬
mio que anciaba ; y esto aun no es estraño , por
que, siendo esta del GODO su antigua maña, so¬
licita hoy à semejanza de Cuba su arrepenti¬
miento, cuando este aun no es pecador, pues que
conserva de la Ley la gracia, y del Pueblo que
deposita siempre en el su confianza, no solo por la
diputación que por quimera se le dice traicionó,
sino por hechos que hacen hoy la armonía de aque¬
lla provincia , ya con placer y gusto , no vivando
en los dias 27 de noviembre por muertos como
Gamarra, sinó por el Gobierno y el Sub-prefec¬
to GUEVARA, que promete primero morir por
ella que tracionarla.
Estas son las verdades que hacen el contes¬
to al papel intitulado el Clamor de los libres, no
por parto del autor impareial, sino por informes
que este ha tomado de los ya citados Ruedas, Man¬
cilla, y Bernedo, que estan prontos á justificarlas
cuando convenga, como lo ha hecho el primero á
presencia suya en la Prefectura en dias pasados,
no solo estas, sinó otras más con las que se ocu¬
pará después la imprenta, y el juicio del Pueblo
sensato, que decidira la causa esta de que se habla.

El Chunbivileano imparcial