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replegarse sobre Arequipa, no logro hacerlo y se conservo maniobrando con buen suceso re-
taguardia de los enemigos.

S.E. el Presidente del Peru, quedo encargado del mando del Ejercito del Norte, y
marcho a Lima con una fuerte columna, mientras que S.E. el Jefe Superior del Ejercito Uni
do se dirijio al Sur, donde los acontecimientos habian de ser decisivos, e importantes.

Salaverry desembarco en la Planchada el 19 de Diciembre, y unido con la division Fer-
nandini, se dirijio sobre Arequipa al propio tiempo que navegaba para Iquique la division Valle,
destinada a internarse por Tarapaca a Oruro. Los cuerpos que debian componer el ejercito de
operaciones del Sur, no habian podido llegar y reunirse, y siendo imposible ya una oportuna con-
centracion, el señor Jeneral Braun emprendio el 28 su retirada a Moquegua con las cuatro com-
pañias del batallon 2 ° de Bolivia, el Rejimiento Lunceros del Jeneral, el Escuadron Guias, y
140 Nacionales armados en aquellos dias, de que solo podia disponer entonces--Esta retirada se
hizo absolutamente necesaria en razon del corto numero de fuerzas que tenia reunidas y de las or-
denes que se le habian dado para no comprometer un ecuentro dudoso. El orden con que el
señor Jeneral Braun ejecuto este movimiento, segundado por los muy eficaces esfuerzos del señor
Jeneral Tristan le hara siempre el honor que se merece un antiguo veterano, conocido por su va-
lor, y por sus talentos militares.

El 30 de Diciembre ocuparon los faeciosos a Arequipa. El Jeneral Braun paso a situarse
entre Moquegua y Torata para atender a los puntos de Arica y de Ilo, a la vez que facilitaba
la concentracion de las fuerzas, que esperaba. Es digno del mayor elojio el patriotismo y entusias-
mo de las provincias de Moquegua y Tacna, que han ayudado al Ejercito auxiliandolo de todos mo-
dos contra el enemigo de los pueblos.

La division destinada a Bolivia conocio lo imposible de la empresa en el puerto de Iquique,
donde permanecio estacionada algunos dias, y abandonando el loco empeño de que fue encargada,
descendio al punto de Arica, donde intento desembarcar: una mitad de la 2.° compañia del Batallon
2.° y tres de Dragones de Tarija, bastaron para arrojarla al mar, tomandole siete oficiales prisio-
neros, treinta y ocho soldados y cincuenta y un fusiles.

El señor Jeneral Quiros maniobrando siempre sobre un fianco de los enemigos obtubo el
26 de enero un completo triunfo sobre una de sus divisiones en el punto del Gramadal, de donde
el mismo Salaverry huyo hasta el campo de Challapampa, dejando muertos algunos oficiales, muchos
individuos de tropa, y prisioneros al Coronel Vivaneo, y otros oficiales que se rejistran en la rela-
cion jeneral de estos.

S.E. que habia reunido en Puno los batallones 1.° 4.° y 6.° de Bolivia emprendio su
movimiento el 16 de enero, y se reunio en Puquina a la division del Sur. Esta maniobra
combinada habilmente, ha sido ejecutada con la mayor ecsatitud y precision al frente del ene-
migo, habiendo atravezado la cordillera cubierta de nieves durante los siete dias de la marcha;
nada pudo resfriar el ardor militar de los cuerpos que marchaban en alcance de sus camara-
das y en busca de sus enemigos. S.E. fue recibido por la division del Sur con el mas ecsalta-
do entusiasmo, y los cuerpos se saludaron reciprocamente con el ardor propio a los valientes
que se reunen para recojer nuevos laureles en el campo de la gloria y en defensa de las Le-
yes de los pueblos.

El Ejercito emprendio su movimiento jeneral el 29, vivaqueo en Pocsi, y el 20 se dirijio
a esta ciudad con la esperanza de concluir la campaña con una victoria que creia aceptasen los
enemigos; pero ellos abandonando la ciudad a su aprocsimacion, se trasladaron al norte de la
poblacion, precipitandose a demoler el unico puente de comunicacion con la ciudad. Esta ope-
racion impedida con audacia por solo el noble, y entusiasta pueblo Arequipeño, que fue refor-
zado con algunos cazadores de la columna de vanguardia, dio lugar a un fuerte tiroteo de todo
el dia y gran parte de la noche, en el que los enemigos han perdido un gran numero de tro-
pa, y muchos de sus mejores Jefes y oficiales.

Arequipa ha recordado los heroicos tiempos de Grecia y Roma. Su patriotismo, igual
al noble entusiasmo que han ostentado todas las clases del pueblo, es la prueba mas tocante del odio
que profesan al hombre criminal que ha hecho pesar sobre este departamento males incalcu-
ables. Se acerca el dia que pondra termino a los males del Peru. Sitiado el enemigo por
todas partes y con un Ejercito respetable a su frente concluira tal vez por la disolucion de

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