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EL CRIMEN ABRE SU SEPULCRO Y SE PRECIPITA EN EL
No hay esfuerzo humano quo pueda oponerse á las disposiciones Divinas: el sufrí¬ miento del Cielo asi al malvado tiene su término, y su castigo es inebitable; bien pueden los hombres revestidos del poder apadrinar al mal hechor propendiendo á la impugnidad de su crimen; más el mismo buscará la senda que le guie á su precipicio, y se sumirá eter¬ namente en él.
El matador, el asesino de mi hijo, el horrible monstruo Don José Pracsedo de la Cu¬ ba, como un frenetico solicita proyecta cambia de ideas momentaneamente; se plega á este partido, se adhiere al otro, y al fin como el mal piloto dirije su proa á un puerto desco¬ nocido, en donde estallando en una roca, pierde el buque, y termina su ecsistencia: esto es lo proprio que ha sucedido al perverso Cuba, infame por naturaleza y traidor por nece¬ sidad; digalo con mejores voces, y más autentisidad la carta dirijida por este al Comandan¬ te Balcarcel, y por casualidad, interceptada á su muy digno hermano Don Zenon Cuba, cu¬ yo literal sentido es el siguiente.
Señor Comandante Don José Balcarcel.
Paucartambo Enero 3 de 1841
Mi mejor amigo.
La rapides en el cumplimiento de mis deberes, no me dieron campo para despedirme salí tan violento, sin cama con lo encapillado, y aun olvidándome de haber tenido reales, pues me he visto aquí con 17 reales en bolsillo. Ello es la comisión de conducir à estos enemigos de nuestra paz y verdadera libertad me ha traído el camino en mil sosobras que me parecia se burlaban, mas le aseguro á U. que los he traído, ojo, y casi con las cucha¬ ras al cuerpo, asegurando mí ecsistencia con la grande confiansa que me hizo el heroé Chumbivilcano Señor Bosa, he correspondido la comisión los tengo yá aquí á estos vichos seguros con premisas de soterrarlos si posible sea á los infiernos, para que no sepan obs. tinarse por un ingrato como Gamarra, por un desconocido como Don Agustin premiadador de bajesas, y perseguidor de patriotas, es dulce una vengansa mi Balcarcel, considereme como estará mi corazón embuelto en rayos biendo derrocarse al que ingrato me ha causado tan¬ tos males, y ruina.
La proclama del Chumvibilcano Señor Bosa ha impresionado, y á avivado los cora¬ zones según advierto que es Jeneral, solo quitando á algunos que han comido el pan de Gamarra.
Mi comisión aun es permanecer aquí sin destino, sírvase U. preguntar al Señor Co¬ mandante Jeneral, que dias tardo ó que hago aquí, y según eso hagame favor de abisar à mi hermano para que me ausilie con algunos pesos, ropa blanca, y nada mas; pues con los aguaceros y desvelo me hallo sucio, y enfermo por asegurar à estos piratas colonos de Gamarra.
Felicidades deseo á U. con ordenes á su afectísimo amigo S. S. Q. B. S. M. José Pracsedo de la Cuba.
Adición Quemándome estoy con esta gente indolente de este pueblo, y quisas diré se manifiestan indiferentes à nuestra sacrosanta obra, pero aquí estoy quisas haga un ejemplar no hay rabo de civicos, ni menos energia.
Hoy día diez y nueve de Enero de mil ochocientos cuarenta y un años, de orden del Señor Juez de letras Doctor Don Pedro José Montes, y a apedimento de Don Juan Luís Oblitas, se dió copia certificada de esta carta, al pie del pedimento citado, le que anoto
Rodrigues.
Conpatriotas, amigos imparciales, y justos; vosotros que habéis presenciado mi fu¬ nesto catástrofe; vosotros que en mi rostro, y con caracteres indelebles os ha sido mani¬ fiesto, y visibie mi dolor, á vosotros pues os presento el verdadero monstruo del aberno al impio sin desencia, sin honor y finalmente sin ninguna opinión à clase alguna de Gobierno; siendo solo mi objeto pintarlo como lo es adornado de sus habituales vicios y delitos, jus¬ gad de él como lo merece, y fallad en el tribunal de la imparcialidad Cuzco Enero 20 de 1841.
Continuará.
Juan Luis Oblitas.
Imprenta de la Libertad administrada por Miguel Tovar.