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El JENERAL
EN JEFE DEL EJERCITO
DEL SUR.

Soldados: Aunque el injusto destino arrebato a vuestro va¬
lor los laureles que denodados buscasteis en los campos de In¬
cavi, la Patria se consuela y reanima sus esperanzas, porque
hacéis vivos esfuerzos para volar de nuevo al campo de la glo¬
ria, porque habéis jurado por la sangre de vuestros compañeros
la venganza o la muerte.

Amigos: El Ejercito del Norte viene en nuestro apoyo¬
cuadros escojidos se apresuran a levantar nuevos cuerpos en los
pueblos del Sur—Los peruanos todos sedientos de honor y gloria
van a repetir gustosamente los sacrificios que demanda la salud
de la Patria—Antes de cien dias ocuparan la frontera ocho mil
combatientes morales, disciplinados y ardiendo en entusiasmo. To¬
do os anuncia que no es en vano que la Nación os ha confiado
como a sus defensores, la custodia, de la independencia y de la
integridad del territorio.

Compañeros: Reunidos al pie del pabellón bicolor, obliga¬
remos a la fortuna a sernos propicia. Conozco vuestra decision:
en vuestros semblantes brilla el fuego que os devora por resti¬
tuir la libertad a vuestros compañeros de armas, por vengar el
honor nacional ultrajado, por sostener a todo trance el decoro, la
integridad y la independencia de la Republica. Conservad ahora
mas que nunca la subordinación y la mas severa moral: no haya
entre nosotros más que union y lealtad; y los infatuados vence¬
dores de Incavi nos devolverán con usura ese efimero triunfo,
que sera para ellos un perenne manantial de desgracias.

Cuartel jeneral en Puno a 25 de Noviembre de 1841.

Miguel San Roman.