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EJERCITO DE LA CONFEDERACION.

Dulcis moriens remimisitur Argos.

BOLETIN NUMERO 1.*

LIMA, LUNES 19 DE NOVIEMBRE DE 1838.

Entre los sucesos notables del Peru ocu-
para en la historia un lugar distinguido la guerra
que hoi sostenemos contra Chile. Peleamos con
un enemigo innoble enconoso y gratuito y escitan
mas y mas esta guerra funesta las mismas cau-
sas que deberian haberla estinguido.--No se trate
ya del derecho que tenemos a la par que todos
los pueblos de la tierra para fijar nuestros des-
tinos; tratese solo del que tenemos a ser consi-
derados por nuestros enemigos, y no parecera es-
traño que hayamos escitado en nuestro favor, las
simpatias de cuantos nos contemplan. Los tra-
tados de Paucarpata:--la paz misma que jenero-
sos firmamos sobre un campo en que pudimos
haber dejado sepultados a nuestros enemigos, ha
sido en el Gobierno de Chile un motivo mas, para
llevar al cabo esta lucha de que un dia, aunque
tarde tendra que arrepentirse. Arrastrados no-
sotros a ella por un ciego destino, legaremos a
nuestros hijos lecciones honrosas de patriotismo,
y aun cuando nuestro pais quedara reducido a
cenizas, nos lisonjeariamos con la idea de haberlo
defendido hasta el punto de merecer la conside-
racion de los pueblos que mas hayan hecho res-
petar sus derechos, sin dejar ellos mismos de res-
petar los ajenos.

Rechazados los tratados de Paucarpata, y ale-
jada de este modo la paz que en vano procu-
ramos, fue preciso prepararnos a la segunda cam-
paña. S.E. el Supremo Protector llego hasta
las fronteras de Bolivia; el ejercito levantado para
invadirlas fue destruido, y la espedicion de Chile
debia ser batida en cualquiera punto del Sud o
del Norte en que se presentara, cuando los suce-
sos del 29 de Julio fustraron a la vista del ene-
migo, y en un solo instante, los planes formados
en largo tiempo.

Replegada la 2a. Division de Bolivia y la 3a.
del Peru acia Jauja, S.E. el Supremo Protec-
tor nombro Jeneral en Jefe del ejercito del Nor-
te al Illmo. Sr. Jeneral de Division D. Ramon
Ilerrera, que marcho inmediatamente sobre Tar-

ma, con orden de prestar a los Jenerales Orbe-
goso y Nieto los auxilios que pidiesen para re-
sistir a los agresores.

Sin Gobierno legal el Estado del Norte a
consecuencia de la defeccion del 29 de Julio nom-
bro S.E. el Supremo Protector por decreto de
11 de Agosto Presidente provisorio al Gran Ma-
riscal D. Jose de la Riva-Aguero y por vice-
presidente al benemerito señor Jeneral de Bri-
gada D. Pedro Bermudes.

Inutiles fueron los ofrecimientos hechos por
el Jeneral en Jefe del ejercito del Norte a los
Jenerales Orbegoso y Nieto; y deshecha una par-
te del ejercito en Guia y abandonada la capi-
tal al enemigo, marcharon del ejercito del Cen-
tro para reforzar a las Divisiones replegadas en
Jauja, los batallones 1.* y 2.* de la Guardia,
Cazadores del Centro, Arequipa y el Escuadron
Huzares del Cuzco. Se levantaron en los De-
partamentos del Sur nuevos cuerpos y fue nom-
brado Jeneral en Jefe de aquel ejercito S. S. I.
el Gran Mariscal Cardeña.

Una columna compuesta de cuatro compa-
ñias al mando del Jeneral Otero salio de Tarma
sobre Matucanas y S.E. recibio en el Cuzco el
resultado de este movimiento. Sorprendido el ene-
migo en Matucanas, fue disuelto y apenas pudo
salvar los restos de 400 hombres que formaban
la fuerza que habia llevado a aquel punto.

S.E. salio del Cuzco el 4 de Octubre tra-
yendo consigo el escuadron Guias de la escolta
y 4 piezas de artilleria. En su marcha recibio el
parte del ataque hecho por 12 flanqueadores del
Rejimiento Huzares, a 40 soldados de marina
atrincherados en la Aduana de Pisco a las or-
denes del capitan de la corbeta Valparaiso y de
otros jefes y oficiales que rindieron sus armas al
siguiente dia.

En Ocros, a donde llego S.E. el 10, supo
la revolucion de los restos de Huzares. Este cuerpo
infortunado, cuyas banderas recuerdan al ejercito
hechos tan honrosos, y que tantas veces ha sido

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