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Cruz, del ex-Vice-presidente Mariano Enrique
Calvo, y de sus ministros, ha caminado ácia á
su felicidad, ó desventura. Aunque todos ellos
y todos los periódicos de la nación nos han di¬
cho que somos felices, que disfrutamos de la paz
de que gozan todos los esclavos, que somos ri
eos y opulentos; que ninguna república limí¬
trofe nos iguala en esplendor é ilustración;
que nuestro comercio con la Francia, el Perú
y todos los estados del universo nos llena de
verdaderas riquezas; en una palabra, que so-
mos completamente felices: sin embargo to¬
cando nosotros todo lo contrario, y aproxi¬
mandose el suspirado momento de la reunion
de la representacion nacional, procurarémos
tiar una sola lí que en alguna manera des-
cubra el lastimoso cuadro que representa, para
que los padres conscriptos de la patria apli-
quen, á la mayor brevedad, los mas enérjicos
antídotos á tantos y gravísimos males que la
conducen á su ruina y aniquilamiento.
La educacion, la moral, la industria. La
agricultura, la minería, fuentes fecundas de la
prosperidad pública, se hallan corrompidas, y
casi han desaparecido de entre nosotros. Al
dulce eco de las musas, al ruido de los talleres,
á las calma de las pasiones de que gozamos, a
otro tiempo, no hemos escuchado bajo el tirá-
nico gobierno de Santa-Cruz, sino las lastime-
ras quejas y suspiros de los patriotas, los gri-
tos horrendos de las pasiones encontradas, y
el espantoso zuzurro de la intriga, chismogra-
fia y maledicencia. Los reglamentos, decretos,
órdenes y leyes dictadas por aquel Sultán, todos
con igual vigor, conspiraron á desorgonizar la
maquina social, á confundirlo todo, y á poner
á los ciudadanos en tal estado que solo se co-
nociesen por su mutua desconfianza y recelos.
La administracion de justicia que es la
única salvaguardia de la virtud y de la inocen-
cia, ha side desmoralizada, embrollada y con-
vertida en un caos indefinible, por el malefico
influjo de Santa-Cruz, de sus ajentes y de sus
fieles siervos: por la multiplicidad de decre-
tos y órdenes que instantaneamente se dicta-
ban segun la entidad de los pleitos y el carac-
ter de los litigantes: por el aniquilamiento de
la moral pública, y quizá por falta de patrio-
tismo y de pureza en los funcionarios encar-
gados de la aplicacion de las leyes.
Al hablar de la education, y de la enseñan-
za, nos quisieramos detener cuanto exije una
materia tan interesante á todo estado, y seña-
ladamenta á las Repúblicas; perlo la estechez
de las columnas no nos permite mas aue po-
ner á la vista, aquello miso que palpan nues-
tros compatriotas. Muchas de las esculas de
primera letres se hallan entregadas á hom-
bres sin constumbres, sin conocimientos y aún
sin pudor. En varios Colejios se enseña con
el ejemplo el arte de la galantería: en otros el
disimulo y la tolerancia mal entendida condu-
cen la juventud á la insubordinacion, al ocio,
á la altanería y á su ruina inevitable; de modo
que debiendo ser estos jóvenes en quienes la
patria funde sus esperanzas, no son y a los mas
de ellos sino curevos á quienes elle alimenta;
y los Colejios que siemprehan sido los plante-
les de la civilzacion y cultura, en el dia son
el plantél de venenosos arbustos. La ilus-
tracion que es el enemigo implacable del des-
potismo y la mejor garantia de la libertad se
halla reducida á la de los eruditos á la violeta.
La hacienda nacional, podemos decir,
que se halla en una completa banca-rota por
los cotinuos ataques, ya públicos ya secretos
que la codicia de Santa-Cruz le ha heco en
los dos lamentables lustros de su tiránica ad-
ministracion. La riqueza nacional solo ha ser-
vido para la destruccion de la patria, remune-
rar á los espias, premiar á sus colaboradores,
enriquecer á sus cómplices, y obsequiar á las
prostitutas, quienes desde el lecho de la lasci-
via disponian de la suerte de los ciudadanos,
de los premios, honores y empleos públicos que
nunca han sido, ni seran el patrimonio de los
gobiernos.
De nuestro ejercito Per misericordiam
Dei apenas nos han quedado unos pequeños
restos, pues que su mayor parte ha sido sacri-
ficada á las miras particulares y ambicion sin
límites de ese monstruo infernal, horrendo y
horrible mas que la misma mente.
Este es el aspecto que presenta la predi-
lecte hija del virtuoso Bolivar. sin principios,
sin garantías sólidas, sin carta fundamental,
sin fuerzas fisicas ni morales y en un estado
increible; pero resuelta sí, á desparecer del
rol de las demas naciones, antes que consen-
tir en ser el juguete de nigun tirano.
(El Cóndor restaurado num. 11 publicado en Chuquisaca)
AVISO OFICIAL
Por encargo de algunos Señores Dipu-
tados se avisa que el proyecto sobre division
de mayorazgos presentado por la comision de
justicia, y que ha corrido impreso en una oja
suelta, ha sido mal recibido y desechado por
el Congreso: cuya conducta debe servir de
norma á la opinion pública, á fin de que no se
crea, qu elos dictámenes ó votos particulares
de algunos Señores Diputados son los de la
mayoría.
HUANCAYO 1839 - IMPRENTA DE MASIAS, ADMINISTRADA POR J. INFANTAS.