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quien habeis escrito: con vuestra proteccion ha salido
de la miseria en que vivia sumido! ¡Vuestra pluma y vues-
tro baston son el elicsir de larga vida para este pueblo afor-
tunado!
El pueblo ciego è ignorante, el pueblo idólatra de
sus majistrados, de esos majistrados en quienes tiene depo-
sitada la confianza de la seguridad de sus derechos civiles;
habria creido sin duda que los tiros del D. Quijote de la
Justicia no han podido hasta donde ellos se hallan;
les con que intentó atacarlos, porque no les es dado degra-
darse así, ni bajar su vista desde la elevacion en que estan
hasta la profunda oscuridad en que han sido forjados; habia
creido que sus invectivas no ofenden mas à los majistrados
de la Corte que lo que la serpiente de la fábula ofende
á la lima que se pone à roer; sin duda esto, y re-
petirá murmurando lo de la Fontaine:
"Ceci s'adresse à vous sprits du dernier ordre
Qui n'étant bons à rien, cherchez sur tout à mordre
Vous, vous tourmentez vainement:
Croiéz-vous que vos dents impriment leurs outroges
Sur tant de beaux oubrages
Ils sont pour vous d'airain, d'acier, de diamant:"
"Espiritus de la última esfera, esto se dirije à vosotros,
que no siendo buenos para nada, quereis morderlo todo:
vosotros os atormentais en vano: ¿creeis que vuestros dien-
tes puedan hacer impresion sobre tantas y tan bellas obras?
Ellas son para vosotros como el fierre, como el acero,
como el diamante:"
Empero las jentes sensatas no han creido lo que el
pueblo ha creido: han visto con asombro el triunfo que el
D. Quijote de la Justicia ha reportado à papelazos sobre
los majistrados de la Corte; han confesado su infinita su-
perioridad; lo han proclamado por vencedor en la arena del
foro, lo han admirado con placer, y le han dado la palma
de la gloria en la campaña del enano contra los Titanes.
¡O grande Mercado! ¡O Mercado grande de justicia!
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quien habeis escrito: con vuestra proteccion ha salido
de la miseria en que vivia sumido! ¡Vuestra pluma y vues-
tro baston son el elicsir de larga vida para este pueblo afor-
tunado!
El pueblo ciego è ignorante, el pueblo idólatra de
sus majistrados, de esos majistrados en quienes tiene depo-
sitada la confianza de la seguridad de sus derechos civiles;
habria creido sin duda que los tiros del D. Quijote de la
Justicia no han podido hasta donde ellos se hallan;
les con que intentó atacarlos, porque no les es dado degra-
darse así, ni bajar su vista desde la elevacion en que estan
hasta la profunda oscuridad en que han sido forjados; habia
creido que sus invectivas no ofenden mas à los majistrados
de la Corte que lo que la serpiente de la fábula ofende
á la lima que se pone à roer; sin duda esto, y re-
petirá murmurando lo de la Fontaine:
"Ceci s'adresse à vous sprits du dernier ordre
Qui n'étant bons à rien, cherchez sur tout à mordre
Vous, vous tourmentez vainement:
Croiéz-vous que vos dents impriment leurs outroges
Sur tant de beaux oubrages
Ils sont pour vous d'airain, d'acier, de diamant:"
"Espiritus de la última esfera, esto se dirije à vosotros,
que no siendo buenos para nada, quereis morderlo todo:
vosotros os atormentais en vano: ¿creeis que vuestros dien-
tes puedan hacer impresion sobre tantas y tan bellas obras?
Ellas son para vosotros como el fierre, como el acero,
como el diamante:"
Empero las jentes sensatas no han creido lo que el
pueblo ha creido: han visto con asombro el triunfo que el
D. Quijote de la Justicia ha reportado à papelazos sobre
los majistrados de la Corte; han confesado su infinita su-
perioridad; lo han proclamado por vencedor en la arena del
foro, lo han admirado con placer, y le han dado la palma
de la gloria en la campaña del enano contra los Titanes.
¡O grande Mercado! ¡O Mercado grande de justicia!
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