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Tabla de contenidos
Agradecimientos 1. Más allá de XXXX y ansiedad digital 2. Artefacto, información, o folclore: los lineajes divergentes de la preservación 3. Entendiendo los objetos digitales 4. Retos y oportunidades de la preservación digital 5. El oficio de la preservación digital 6. El propósito de la preservación y el desarrollo de colecciones 7. El manejo de copias y formatos 8. La organización y descripción de objetos digitales 9. XXXXX 10. Conclusiones: las herramientas hacia adelante Bibliografía
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Agradecimientos
Pasé un año trabajando en este libro pero representan la culminación de alrededor de una década de un intento por encontrar mi propio sentido de qué es la preservación digital. Por lo tanto, tengo muchas personas a quien agradecer. Las fortalezas de este libro vienen de la comunidad internacional de preservación digital al que fui admitido calidamente. Las debilidades son mías.
Mi primer acercamiento a la preservación digital fue durante el periodo que pasé en el Roy Rozensweig Center for History and New Media. Antes de fallecer, Roy tuvo un impacto importante y duradero en aquellos que tuvimos la fortuna de trabajar con él. Tengo el anhelo de que la compasión, dedicación y pragmatismo que Roy ejerció en sus labores diarias en el Centro se transmitan a través de mi trabajo. Mi conocimiento y apreciación por los temas en la historia digital y la preservación digital surgieron a partir de cuatro años de discusión y colaboración con mis colegas ahi; Dan Cohen, Josh Greenberg, Sean Takats, Tom Scheinfeldt, Sharon Leon, Sheila Brennan, Dave Lester, Jeremy Boggs, Jim Safley, Kari Kraus, Connie Moon Sehat, Miles Kelly, Mindy Lawrence, Jon Lesser, Kris Kelly, Ken Albers, Faolan Cheslack-Postava, John Flatness, Dan Stillman, y Christopher Hamner. Fue en el curso de posgrado de historia digital de Dan que profundicé en temas de preservación digital más formalmente. Cuando Sharon no pude asistir a la reunión del NDIIPP de la Biblioteca del Congreso, yo fui en su lugar y ahí tuve oportunidad de conocer a muchos de mis futuros colegas. Josh ofreció generosamente sugerencias sustantivas para mi tesis de licenciatura y siempre estuvo dispuesto a comentar acerca de estudios de ciencia y tecnología, y ultimadamente fungió com referencia cuando solicité trabajo al National Digital Information Infrastructure and Preservation Program (NDIIPP).
Cuando me uní al equipo del NDIIPP en el 2010 no tenía idea lo afortunado que era. Tuve la oportunidad de unirme a un equipo constituido por algunas de las personas más brillantes en el mundo trabajando en la preservación digital. La mejor parte es que todos eran sorprendentemente accesibles. En mi primer día de trabajo, Dan Chudnov (quien escribió el artículo Emperor's Repositorio y que continua siendo a la fecha uno de los mejores textos sobre preservación digital) me comentó que "puedes amar a la Biblioteca del Congreso pero que nunca te amará de vuelta". Es cierto. Las instituciones masivas como la Biblioteca del Congreso pueden sentirse como burocracias frías. Sin embargo, estos retos pueden crear lazos y amistades que perduran. Los mejores tesoros de la Biblioteca del Congreso se encuentran en su personal. Mis colegas del NDIIP, y en otras partes de la institución, me enseñaron qué es la preservación digital y cómo se realiza. Por ello le debo agradecimiento a; Martha Anderson, Abbey Potter, Michelle Gallinger, Jane Mandelbaum, Dan Chudnov, Butch Lazoreheck, Erin Engle, Leslie Johnson, Jefferson Bailey, Abbie Grotke, Ed Summers, Nicholas Taylor, Chris Thatcher, Niki Saylor, Chris Adams, Thomas Padilla, Emily Reynolds, Gloria Gonzalez, Jimi Jones, Bertram Lyons, Kate Murray, Caroline Arms, Carl Fleischhauer, Caitlin Hammer, Andrew Cassidy-Amstutz, Kathleen O'Neill, Meg McAleer, Moryma Aydelott, Beth Dulabahn, Kate Zwaard, David Brunton, y muchos más.
Mientras trabajaba para el NDIIPP tuve oportunidad de desempeñarme como el primer codirector del grupo de trabajo de preservación digital National Digital Stewardship Alliance. Durante nuestras videoconferencias mensuales en donde discutimos qué funcionaba y qué no, se consolidaron muchas ideas para este libro. Aunque todos los involucrados en las reuniones y eventos relacionados con la NDSA tuvieron un impacto en mi forma de pensar me gustaría mencionar en particular a; Micah Altmen, Andrea Goethals, Andy Johnson,
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Lori Emmerson, Jason Eppink, Amanda Brennan, Euan Cochran, Megan Phillips, Karen Carani, Dragan Espenschied, Cal Lee, David Rosenthal, Vicky Reich, Katherine Skinner, Nick Krabbenhoeft, Robin Ruggaber, Cory Snavely, Peter Krogh, Micheal Edson, Mike Giarlo, David Pearson, Bethany Nowviskie, Robert Horton, Chris Lacinak, Kara Van Malssen, Abby Smith Rumsey, Howard Besser, Don Watters, Doug Reside, Ian Bogost, Henry Lowood, Jason Scott, Richard Pierce-Moses, Mark Matienzo, Maureen Callahan, Jaime Schumacher, Stacey Erdman, Seb Chan, y Aaron Straup Cope.
También me gustaría agradecer a las personas que se tomaron el tiempo de comentar los borradores públicos que compartí de este libro en mi blog; Bertram Lyons, Alan Liu, Chris Adams, Karl-Rainer Blumenthal, Porter Olsen, Matthew Kirschenbaum, Jon Ippolito, Thomas Padilla, Jessica Tieman, Glynn Edwards, Andrew Jackson, Euan Cochrane, Shira Peltzman, Clarissa Ceglio, Annie Johnson, y Steven Lubar. Debido a sus aportaciones este libro se fortaleció significativamente.
A través de todos estos lugares y espacios he tenido la fortuna de contar con un grupo de mentores que me han enseñando mucho del funcionamiento de instituciones culturales; Roy Rosenzweig, Dan Cohen, Josh Greenberg, Martha Anderson, Carl Fleischhauer, Kim Sheridan, Richard Staley, y Maura Marx.
Por último pero más importante, me gustaría agradecer y reconocer a Marjee Chmiel. Mi esposa. Mi compañera constante. Fuiste tú quien leyo los primeros borradores incoherentes de este libro y ayudaste a mejoralos. Hiciste lo mismo para mis cartas de presentación y curriculms de cada uno de los trabajos que he mencionado. Me llevaste de Wisconsin a D.C. Estás tan presente en mi vida y mi trabajo que es imposible articular cuestiones específicas que pueda atribuir a ti. Lo que es seguro es que no tengo idea quien sería o que estaría haciendo fuera de esta vida que tenemos juntos. Escribimos nuestras tesis juntos. Nos turnamos escribiendo y haciendo investigación mientras que el otro cocinaba, lavaba los trastes o paseaba a nuestros perros. Tus logros me inspiran. Tu perspectiva profundiza mis ideas. Tu compasión y consideraciones me inspiran a trabajar para ser una mejor persona.
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Mas allá de la exageración digital y la ansiedad digital
"La vida es corta y el oficio perdurable". - Hipócrates (siglo V a. C.)
"Se detectó un problema y Windows se cerró para impedir daños en su computadora" - La pantalla azul de la muerte en Windows -BsoD - (finales del siglo XX)
"El sueño prospera en la generalización, en limitar el número de posibles preguntas, en privilegiar respuestas inmediatas". - Ta-Nehisi Coates (2016)
Una reunión cumbre sobre preservación digital en la Library of Congress a principios de la década de 2000, reunió a líderes de la industria y el sector del patrimonio cultural para aventajar los crecientes desafíos de garantizar el acceso a largo plazo de la información digital. Un participante de una compañía de tecnología propuso algo así como: "¿Por qué no simplemente aspiramos todo eso y lo disparamos al espacio?". El "eso" en este caso es cualquier contenido digital históricamente significativo. Muchos participantes se rieron, pero no fue una broma. Muchas personas tienen, y continúan buscando, soluciones técnicas singulares (aunque generalmente no tan literales), soluciones técnicas singulares al problema del acceso duradero a la información digital.
Más de una década después, nos encontramos en medio de las mismas historias y soluciones imaginadas que hemos escuchado durante los últimos (al menos) 20 años. Para el público, existe la creencia (y preocupación) de que si algo está en Internet, estará presente para siempre. Al mismo tiempo, las advertencias de una inminente "era oscura digital", donde los registros del pasado reciente se pierden por completo o son inaccesibles, aparecen con frecuencia en la prensa popular. Es como si la información digital durara para siempre pero también, de alguna manera, desapareciera dramáticamente de una vez. Los ciclos exagerados de la tecnología digital, combinados con una falta básica de comprensión sobre los medios digitales, dejan a las personas mal equipadas para sortear las exageraciones y la ansiedad. Sin embargo, descubrí que cuando le digo a la gente que trabajo en la preservación digital y le explico lo que quiero decir con ese término y el trabajo, la mayoría de la gente responde algo como "¡Dios! ¡Ni siquiera había pensado en eso!"
Para muchos ejecutivos, creadores de políticas y administradores noveles en la preservación digital, parece que el mundo necesita de alguien para diseñar un súper sistema que pueda "resolver" el problema de la preservación digital. La sabiduría del grupo de profesionales de la preservación digital en bibliotecas, archivos, museos y otras instituciones de memoria cultural que han estado haciendo este trabajo durante medio siglo, sugiere que este es un sueño ilusorio. Para ellos, la idea recurrente del súper sistema tecnológico singular que "resuelve el problema" es una distracción que no vale la pena perseguir. También es algo que desvía recursos de quienes hacen el trabajo. Trabajar para garantizar el acceso a largo plazo a la información digital no es un problema a resolver por una herramienta singular. Es un campo complejo con un conjunto significativo de dimensiones éticas. Es una vocación. Solo es posible mediante la aplicación de recursos de nuestras instituciones culturales. Este libro pretende ser un punto de entrada a la teoría y el oficio de la preservación digital tal como ha surgido en la práctica.
El propósito de este libro es ofrecer un camino para ir más allá de la hipérbole y la ansiedad de "lo digital", y establecer una línea base de práctica. Para hacer esto, primero hay que desempaquetar lo que entendemos por preservación. Entonces es fundamental establecer un conocimiento básico de la naturaleza de los medios digitales y la información digital. Con esto en la mano, cualquiera puede hacer avances significativos y prácticos para mitigar los riesgos más apremiantes de pérdida digital. Durante más de medio siglo, bibliotecarios, archiveros y curadores