BSM_EL_CONSTITUCIONAL_1881

Invasion de indios—Ha tenido lugar una en Malargüe, establecimiento de los Sres. Zapata y Day. El 29 del mes ppdo., dos Caciques, con veinte y cinco indios, asaltaron, al amanecer, uno de los puestos del establecimiento donde existe una queceria. Dieron muerte á cuatro de los moradores é hicieron cautivos á siete entre niños y mujeres. Llevan, ademas, 125 vacas con cria, veinte y tantos toros, cuatro manadas de yeguas y otra de caballos. De los asaltados solo pudo escapar uno que logró quitarse las ligaduras con que le tenian amarrado, quien se apresuró á dar parte de lo ocurrido á su patron, Sr. Zapata. Se cree que los indios sean alcanzados y escarmentados, por que el Mayor Lopez, inmediatamente que tuvo conocimiento de la invasion, salió del fortin Alamito, con diez soldados y algunos vecinos, en persecucion de los salvajes.

NOTICIAS Escarmiento—Segun noticias venidas de la frontera Sud, la comision que, al mando del Mayor Lopez, perseguia á los indios que invadieron el establecimiento de crianza de los Sres. Day y Zapata, ha dado alcance á los salvajes, quitándoles los cautivos que hicieron y la hacienda robada. Ha muerto tambien en el ataque á cinco indios. Este merecido escarmiento dado á los bárbaros de la pampa lo esperábamos de un momento á otro, dada la reconocida actividad y valor del Mayor Lopez, que los perseguia. Con este hecho, el Mayor Lopez ha demostrado, una vez mas, que es acreedor à la consideracion del Gobierno, y que su presencia en la frontera es una verdadera garantia de seguridad.

NOTICIAS Mas datos—Los telegramas que van á continuacion confirman y amplian los datos de la noticia que dimos en el nùmero anterior, sobre el escarmiento que han sufrido los indios que invadieron el establecimiento de crianza de los Sres. Day y Zapata, en Malargüe: Comandancia de la línea del Neuquen— Mendoza, Enero 15 de 1881. Exmo. Sr. Ministro de la Guerra. Acabo de recibir el parte del Mayor D. Justo Lopez, con el resultado de la persecucion llevada à los indios invasores á Malargüe. Fueron alcanzados en Ranquileo del Pallen, en direccion al Colorado, el 1.º de este mes, á las 4 p. m. Eran 18, al mando de Udal-Man, de los que quedaron 5 muertos, quitándoles 7 cautivos que llevaban, todo el arreo, 12 lanzas y 1 recortado Remington. El resto fué perseguido hasta hacerse de noche, tomando, en su fuga, la direccion al cerro Chachahuel. El 28 del ppdo. fué el asalto á Malargüe.

Contra los indios—El 6 del corriente mes debe haber partido del puerto de Patagones el vapor Rio Negro, conduciendo á Choele-Choel al Jeneral Villegas con algunos otros Oficiales, á fin de preparar allí una importante expedicion contra los indios. Segun los informes que nos han sido transmitidos, la expedicion llegará hasta el paraje denominado «Las Manzanas,» donde se efectuará la bendicion de la bandera del batallon 6 de infanteria de línea que recientemente ha sido llevada con ese objeto. Con motivo de aquel acto tendrán lugar algunas fiestas para el ejército, en el paraje donde se celebre.

El Casique Purran—De un colega bonaerense tomamos lo que vá á leerse respecto á este Cacique: En un infecto calabozo del Cuartel que ocupa en esta ciudad el 10 de línea, se encuentra un infeliz á quien los sufrimientos han degradado, tendido sobre el suelo donde no se vé ni el miserable monton de paja que sirve de colchon en las últimas prisiones. Apenas contesta á las preguntas que se le dirijen, y, llorando á veces, tal es su abatimiento, se queja del hambre y de la desnudez en que vive, brutalmente tratado por la soldadesca que no vé en él sino un salvaje. Su cuerpo enflaquecido, mostrando todavia una complexion vigorosa, hace pensar en lo terrible de los sufrimientos que habrá padecido su robusta naturaleza para agoviarse de tal modo. Su espíritu abatido, tiene de vez en cuando relâmpagos que revelan su ardor de otro tiempo y que asoman á sus ojos negros y sombrios, iluminando su fisonomia demacrada, de rasgos virilmente acentuados. Ese infeliz es el Cacique Pur- ran. Era en otro tiempo Señor de las llanuras en el Sud, y le obedecian, temian y admiraban, once caciques poderosos, cuyas tribus indómitas se congregaban à su llamamiento y temblaban en su presencia. Purran tenia numerosas haciendas en sus dominios, y era el ma rico de todos los caciques. Domaba los potros mas salvaje, y su brazo blandia la lanza mas formidable de la Pampa. Cuando el establecimiento de nuestro dominio en los territorios del Sud llevó las divisiones arjentinas hasta las comarcas donde Purran se enseñoreaba. El Cacique cruzó la llanura despertando á sus guerreros, y al detener la carrera desenfrenada de su caballo, los once caciques y sus tribus repetian sus alaridos de guerra. El entonces Comandante Ortega mandaba las fuerzas nacionales que en aquella ocasion vencieron é hicieron prisionero á Purran. Un oficial, adelantándose, intimó al Cacique se rindiese. Purran paró su lanza sobre una piedra, y contestó: —Cuando esta caña retoñe! Llevado prisionero á Mendoza, el