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de la ordenanza de Intendentes--Con-
testese y publiquese--Rubrica de S.E.
--Tudela.
Con motivo de una consulta del Sr.
Prefecto del Departamento de Moque-
gua se ha espedido el decreto siguiente.
Lima Agosto 20 de 1841.
Se declara que los poseedores de
las fincas mandadas devolver a los es-
tablecimientos de Beneficencia por de-
creto de 13 de Julio de 1839, si con-
tinuan en clase de arrendatarios disfru-
tando de esos bienes, deben satisfacer
la pension conductiva desde la publi-
cacion de dicho decreto en los respec-
tivos Departamentos; y si las devolvieron
en esa epoca, no estan obligados a ex-
hibir cantidad alguna en clase de arren-
damiento, por haberlas poseido bajo el
titulo de compra y venta--Contestese
y publiquese--Rubrica de S.E.--Tudela.
EL PRESIDENTE DEL PERU
a los pueblos de Bolivia.
Bolivianos--La faccion militar que ha enarbo-
tado entre vosotros el estandarte de la rebelion, so-
breponiendose a vuestras instituciones y arrogando-
se las atribuciones de la soberania nacional, aca-
ba de dar un funesto ejemplo de traicion, de usur-
pacion y de perfidia; y arrojando el guante al ejer-
cito restaurador, ha hecho resonar el clarin de alar-
ma en toda la estension de las Republica Sud-
Americanas, y especialmente en la del Peru, que
no podra permitir un solo instante que un deten-
tador insigne, un enemigo capital de la patria, vuel-
va a desquiciar los fundamentos del edificio poli-
tico, a rejir los destinos de una Republica herma-
na, y hacer de ella la ciudadela de los dominios
que mas tarde hubiera de conquistar. Si: la re-
belion de la fuerza armada de Bolivia, en favor de
Santa-Cruz, de ese usurpador destronado, poco ha,
por la invencible opinion de la America, debelado
por las huestes republicanas y maldecido por cuan-
tos soportaron su bastarda administracion, nos da-
ria suficiente derecho para declararos la guerra del
modo mas solemne, si hechos publicos y documen-
tos autenticos no acreditasen vuestra inculpabilidad,
e hiciesen percibir que la reciente insureccion ha
levantado un muro de bronce entre el querer na-
cional de un pueblo libre y el poder precario de los
caudillos de un ejercito inmoral, y prostituido a los
ajentes del tiranuelo.
Bolivianos--El magnanimo pueblo que me con-
fio sus destinos, y que esta ligado al vuestro por
las simpatias mas pronunciadas, me impone el de-
ber de ausiliaros en el conflicto de los partidos que
dilaceran actualmente las entrañas de vuestra Re-
publica; vuestros jemidos, vuestros clamorosos acen-
tos han traspasado de dolor el pecho de todo pe-
ruano; y dejaros hechos la presa de la faccion in-
sensata que os subyaga, mas que neutralidad, ven-
dria a ser una criminal indolencia.
Bolivianos--La causa de la restauracion, esa
causa santa cuyos principios forman, por decirlo asi,
la religion politico-americana, se halla entre voso-
tros a los pies de los falsos rejeneradores. Con-
sentirlo un dia mas seria para el Peru, una hu-
millacion, un sacrilejio;...... y para Bolivia, el se
llo de ignominia, el perpetuo estigma de infamo
esclavitud...... Lo sufrireis?--No, no.
Pueblos de Bolivia--Marecho a la cabeza de un
brillante, aguerrido, y victorioso ejercito: no para
unciros al carro del triunfo o remacharos las ca-
denas de una degradante conquista, sino para re-
dimiros de esa vergonzosa servidumbre que con tan-
ta justicia deplorais, y para devolveros esas garan-
tias de que tan cruelmente habeis sido despojados.
No voy a abrogar las instituciones patrias, concul-
cadas por vuestros opresores, sino a poneros en pa-
cifica posesion de ellas, depurandolas previamente
(si necesario fuere, con nuestra propia sangre) de
las manchas de la sedicion mas atroz y peruiciosa
de cuantas rejistrarse pueden en los fastos de los
errores, y de la perversidad del corazon humano.
Tampoco voy a intervenir en vuestros negocios do-
mesticos, sino a ejercer el jeneroso acto de una
mediacion internacional, colocandome entre un ejer-
cito opresor y un pueblo oprimido. Y cuando aquel,
desoyendo la voz de la razon y del deber, insista
en llevar a cabo sus destinados proyectos de un-
tregar la nacion en manos del proscripto Santa-
Cruz, no sera a vosotros, sino a los rebeldes, a
quienes se hara la guerra.
Bolivianos--Me conoceis muy de antemano, y
no habeis podido olvidar que otra vez he ejercido
semejante acto de mediacion armada; y que al a-
rrancaros del seno del pupilaje, sin derramar sangre
boliviana, respete vuestra nacionalidad, os entregue
vuestro patriotismo, sin haber abusado de mi po-
sicion; y
ñ