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no. La ocurrencia es positiva pues se ha ven-
tilado ante un juez de paz, y el mismo doctor
don Mariano, cuyo caracter circunspecto es no-
torio, lo testifica y se halla pronto à probarlo.
Un cuzqueño que no sufre se hurlen de su país.
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SS. EE.
En el numero pasado
del periódico Atalaya,
se ha preguntado ¿si un Yaya,
que habia sido reprobado,
podria ser conservado
en el curato, que goza?
Y hasta ahora la quisicosa
sin respuesta está, y en duda:
no esté la Sinodo muda;
responda cualquiera cosa—
El Cristiano curiosa.
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SEÑORES EDITORES.
En el número 14 del Correo de encomien-
das se lee un remitido, en el que pretende
zaherir con las mas atroces calumnias al reco-
mendable Juez de derecho de las provincias de
Quispicanchi y Paruro. Verdaderamente; en to-
da la encomienda, bostezo de una gratuita de-
tracción, no se vé cosa que constituya una for-
mal acusación ni materia que la demande, como
prueba la declaración del Juri de no haber lu-
gar à formación de causa. Esto importa nada
menos, que un gran fundamento à la justa de-
fensa del Juez calumniado. Lo cierto es que
nadie está libre del veneno de detractoras plu-
mas y de hombres que en vez de proceder con
nobleza y legalidad persiguiendo sus derechos.
Produciendo sus quejas &c. las fabrican contra
los mas íntegros majistrados para solo poner à
la distancia, en problema la conducta de los hom-
bres honrados. Digo à la distancia; porque en
las provincias de Paruro y Quispicanchi, se co-
noce y aprecia en su mérito el legal manejo de
su Juez de derecho, que es bien digno de la amis-
tad, amor y consideraciones de los provincianos,
à ecepcion de cuatro miserables injustamente re-
sentidos, que en vez de poner en ejercicio el
remedio legal contra las justificadas providencias
que han probocado acaso su cólera, emplean co-
mo perros hidrofóbicos el recurso de morder in-
distintamente, atacando la vida privada y supo-
niendo vicios à otros, cuyo modelo lo encuen-
tran en sí mismos. Unos de Quispicanchi.
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SEÑORES EDITORES.
En el alcance al número 2. del estimable
periódico de UU. leí entre los acápites de la
carta inserta, uno que dice; "Ese furor frenéti-
co de N. por ser Diputado, le há hecho pro-
ducir tanta infamia. El señor Guillen no lo
há descrito como merece por todos sus pape-
les. Ya lo será ahora: le han franqueado el
campo. Si yo tuviese algún influjo coadyuva-
ria à satisfacer la desmedida ambición de este
nuevo Danton................" El señor Gui-
llen dice en su discurso pronunciado en la se-
sión convencional de 9 de setiembre, que todo
lo que habia trabajado el señor Gavancho para
que se anulasen las elecciones de los diputados
del Cuzco, fué por el empeño de ser Diputado
.......................En las elecciones rehechas el dia
miércoles 30 de octubre, en virtud de la nuli-
dad declarada à aquellas, ha salido Di-
putado 2. à la Convención. ¿Que t-a-l tal?
Con que ¿fué cierta la quisicosa? Yo no sé co-
mo lo adivinan. Digo à UU. que el de la car-
ta tiene algo de profeta político, porque ha su-
cedido lo que predijo. Que conozca pues aho-
ra la Convención y el mundo todo, que las elec-
ciones anteriores se anularon por un espíritu de
partido, no por el de patriotismo. Doy para-
bienes à mi señorito Gavancho por haber con-
seguido lo que tanto deseaba. ¿Quiere mas?
A la otra esquina..................Aunque soy liberal
soy.
Un amigo de la justicia.
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A FILIS.
¡Feliz quien junto atí, por tí suspira!
quien goza del placer do oir tu habla!
quien vé que te sonries al mirarlo!
¿La de los dioses à esta dicha iguala?
Siento de vena en vena, sutil fuego,
discurrir por mi cuerpo al ver tu cara,
y es tal de mi pasión la fuerza activa,
que no encuentro voz para espiicarla.
Extiéndese una nube por mis ojos:
pierdo el sentir, oprimenme las ansias;
y pálido sin pulsos, sin aliento,
me hielo, me estremezco, exalo el Alma.
Cop.
.................................................................................
Imprenta pública por P. Evaristo Gonzales.

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