2

OverviewTranscribeVersionsHelp

Facsimile

Transcription

Status: Incomplete

[right column]

2
dete-jeneral !!!!!! salgan boletines, que los
campos han quedado sembrados de muertos: el
número de prisioneros es inmenso, el de ar-
mas, banderas, pitos y clarines es infinito:
cuarenta mil baticolas, mil y seiscientos mor-
rales, una segadera y diez mil granos de ce-
bada. Repiquen sin cesar las campanas, ár-
mense danzas, reúnanse las damas à coronar
de laureles al portentoso campeon. ¡Qué apa-
rato! ¡Qué maravilla! Ya está todo preparado.
¡Qué escena tan magnifica! ¿Y el jefe supre'
mo? . . . . . . . Ha disparado pra Ica . . . . . .

ill
ff

!

1

m:¡

-

Salgan boletines, que los
han quedado sembrados de muertos: el
de prisioneros es inmenso, el de ar¬

vivientes un

áete-jeneral!!!!!!
campos

,

L

numero

banderas, pitos y clarines es infinito:
cuarenta mil baticolas, mil y seiscientos mor¬
rales, una segadera y diez mil granos de ce-

&

mas,

Repiquen sin cesar las campanas, ár¬
mense danzas, reúnanse las damas
à coronar
de laureles al portentoso campeón.
¡Qué apa¬

b uta.

:JU In I ¿i

¡Qué maravilla!

rato!

•Qué escena tan
i- T

•l

mor

#

•Ha

.

i

que

.EL
E.
JEFE
DE
S SU¬

restaurador de la horca,

H
I

'

l!

i


&

Dios y de su motín,
primer cadete jeneral,
del rollo y de los azo¬

<§>
<$>

é

de armas los ciudadanos
respetables del Perú.

tes, à sus compañeros

Soldados:
¿En donde estamos? ¿Son
mares los que
divisa mi ofuscada vista¿
tamos en íca? ¿hay buques en el puerto? ¡Gra¬
cias á Dios!
Soldados: ¿Me escucháis? ¿Cuantos ha¬
béis llegado?
Si: hay algunos, porque sino me

<&•

mis atronados oidos, me parece que
oigo gritar viva el jefe supremo, viva Felipe.
Soldados pues: Estoy muy ufano de
vuestra conducta, porque habéis disparado per¬
fectamente, que á no ser asi nos cejen esos
estólidos sin reparar que con un jefe supremo
no se debe hacer eso.
Habéis subido el ham¬

lo tanto los
respetables del Perú. Yo lie

bre, el frio y la sed, siendo por

ciudadanos mas
hecho cuanto estaba en la esfera de mis fa¬
cultades: desvergüenzas, baladronadas, embus¬
tes, todo lo he puesto en obra para ver si ajus¬
taba á los enemigos y engañaba á los pueblos,
que nú se pronunciasen y me amarrasen
tul vez; pero esos malditos hombres no en¬
cienden de ehieas, y se nos han venido à las
barbas sobre nuestros boletines.
En fin; gra¬
cias á Dios que hemos escapado.
Soldados:
Vosotros habéis visto que
no
h@ perdonado sacrificios por manteneros,

para

sin gastar los doscientos mil pesos de
nuestra caja militar, he sacado muchos miles à
ios ayacuchmos: estos est^n guardados, porque
lo demás seria proceder con demencia y es¬
tolidez, y para vuestra subsistencia he sacado
contribución de pan, manteca, lechugas, carne,
chancaba y conejos, habiendo sufrido por vues¬
tro amor
y cariño, que en todo el departa¬
mento de Ayacucho me llamen el jeneral cone¬
jero. Pero lio importa: arda Troya, digan lo
que digan; que salgan media docena de bole¬
tines por lo pronto, y sigamos nuestra cara¬
y

que

bina.

L

CADETE.

Estamos aturdidos desde que hemos co¬
nocido de cerca al celebre Sala ver ry.
No nos

h^biaaiôs figurado que pudiera haber entre los

i

descarado,

todo cuanto Saboletines. No ha to¬

falso, falsísimo todo,

íaverry describe en sus
mado ni un solo prisionero, ni un solo disper¬
so al
Ejército unido, mientras quer à mas de su
inmensa dispersion, él ha dejado en poder del
Ejército unido una division entera con el Co¬
ronel Porras, dos tenientes coroneles, cuatro

\

veinte y tantos oficiales
los que se hallan aqui, en la ciudad de Ayacucho, á la vista de todos sus habitantes,
Muestre Salaverry un solo prisionero del Ejér¬
cito unido si no quiere pasar por el primer
sarjentos mayores y

>

j

¿Es¬

engañan

embus.*

el

que es

disparado para íca.....«

reeitn le pesa,
mas

¡1:4 1

^

I

PREMO EN IVA.

'

del

*

v

KM

Felipe por la gracia de

i

j :

i •

PROCLAMA

'3

i

Ya está todo preparado.
magnifica! ¿Y el jefe supre-

&

un

grado de descabellamiento de su expedi¬
ción, los desastres que ha sufrido y la igno¬
minia de que ha cubierto à los peruanos re¬
beldes que lo siguen?
Nosotros nos ocupare¬
mos en los siguientes números de
la descrip¬
ción de estos sucesos, anunciando entre tanto
al mundo entero bajo la mas segura verdad

ra

impávido,

un jeneral tan cadete, y
un cadete tan cobarde y tan ignorante.
¿Quien
á vista de sus boletines podra imajinar siquie¬
tan

tero
<&►

hombre tan

embustero del

universo.

(Del Cadete en Jefe de Ayacucho

Num. 1.°^

¡Viva Felipito
Cadete supremo!

Que corre, que s&lta,,
Que brinca lijero.
Suprema su empresa

snjr emos*
Supremos embustes,,
Supremo su miedo.

Sus robos

4

SOLILOQUIO DE SALAVERRY.

&

4

un para
jefe supremo

Modelo

de ¿a última

tijera.
<#

Ya estamos en

Tea.—¿Si

sera

verdad? ¡Pobre Car¬

de llevar

#>

é

4
$
<&/
<$>

<$»>

ballo! ¿Que tal le hubiera ido, si en vez
sobre sus espaldas lina figurita de mi calafia, hubiera
sufrido el enorme peso de mi vicegerente, el mal hecho
alraofrez de Bujanda? ¿como hubiera sufrido el pobre la
terrible pesantez de la formidable popa de esa
terrestre? Gracias á que mi ridicula humanidad'^o pesa
'

r%

fragata

mis empresas, que mis planes y que mfs ideas
y operaciones. Per® de todos modos, tni c/Gho y yo
nos hemos inmortalizado.
Pues que ¿es tán corta la car¬
rera que hemos dado los
dos á un tiempo? 1 til pobre
animal ají ta d o de mis espuelas, y yo de los aguijones
de] miedo mas eminente ¡par diez! que no lo hemos
hecho mal. —Hasta íca! si señor hasta lea. ¿Y por
qué? Hubo a'guna batallar—No señor; pues que yo ha¬
bía de ser tan tonto que la esperase?
Vaya, vaya,—
una cosa es vomitar boletines à
discreción y cargarlos

mas

que

<®>

mentiras que letras, y otra cosa es dejarse so¬
papear.—Es verdad, que yo he llamado con mi!
ronadas á los vencedores en Yanacocha; pero esto ha
sido como los jugadores perdidos que llaman al demonio,

é

seguros
ran los

de

•$>

#

<&>

<v

mas

fanfar¬

ha de venir—Si viniera, qué hicie¬
llamadores?—Correr; pues eso es lo mismo que
yo he hecho, ni mas ni menos.—Sin embargo: yo soy
un héroe hecho y derecho.—El
célebre Frai Gerundio
do Campa zas, empezó la carrera de su ilustración con
e) cojo de Viilaornate <— Yo no lie cursado con ningún
manco.—Gerundio fue discípulo del dómine bancas-lar¬
gas, y vo de todos los manos largas que puede liabeç
en el
Perú. ¿Y pujen duda rue la preferencia es de
las manos y ne de las zancas?
Pero mi fama póstuma
me atormenta.
¿Qué dirán de mi? ¡Vayat también es
tontería. ¿Hay acaso quien me pueda crmpetir en lo
que dip-nr»?
Me acuerdo de mi sonada revolución de
Chachapoyas. Este es el primero de mis triunfos y la.
piedra primera del monumento de mis glorias. Yo me
de

que no

>

Notes and Questions

Nobody has written a note for this page yet

Please sign in to write a note for this page