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(Núm. 96.) MARTES 31 DE DICIEMBRE DE 1850
LA REVISTA.

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EN EL PERU Y EN EL ESTRANGERO. PS. RS.
Al mes…2 —
Al trimestre…5 4
Al semestre…10 4
Al año…20 —

Este Periódico sale á luz todos los dias por la ma-
ñana; escepto los Domingos.

Se encuentra de venta en la tienda del Señor Do-
rado, calle de Judios, y solo se admiten suscricio-
nes en esta Imprenta, calle de la Pescadería, 127.

Todo anuncio que no esceda de diez lineas,
pagará 4 reales por la primera vez y 2 reales por cada una
de las subsecuentes,

Los precios de los anuncios mas estensos y de los
remitidos, serán convencionales.

DIARIO DE POLITICA ECONOMICA, CIENCIAS, LITERATURA, RELIGION, ARTES, etc.

YAUYOS.

raiso, con el objeto
currencia del comercio extranjero.
ha desecho U. sus cargos y trazando

Lima Diciembre

51 de 1859.

esta

mos

acertadamente la
posición política de cada República, apreciando con jus¬
ticia los distintos ¡sistemas reglamentarios y fiscales de
aduana á que Chile y el Perú están sujetos, é indicando
certeramente las reformas que en ellos ha de adopta^
sin duda, muy en breva, este último pais, ha deducido
U. la justa y natural consecuencia de que el Perú no
tiene porqué temer que Chile alcanze en el Pacífico una
preponderancia comercial mayor de la que puede conse¬
guir nuestra nación, sí es que sus gobernantes adoptan
las medidas que han de conducirla á tal prosperidad y

mera

v

uno

El

sufragó

Colejio de

Cangallo, compuesto
Echenique
Elias

Por el Jeneral
Por D. Domingo

de 67 electores,
Tb

Viciados

incompetente, serian materia de
investigaeiohes, las pala¬
las cuales, sin duda por la
reducida circulación de su órgano en Lima, 110 des¬

que por conducto
estudio y de interesantes
bras del periódico inglés,

mitad. al
36

favor de los dos señores casi por
compuesto de 62 electores, elijió

que eran á
E! de Huanta,

Jeneral Echenique
D. Domingo Elias
Jeneral Iguain
Viciado
Én las tres provincias se han
con órden y toda circunspección
terado en lo menor la

4
17

4
1
hecho las elecciones
sin que se hubiese al¬

tranquilidad pública.

las elec¬
ciones delas provincias de Taya-Caja, Angaraes, Castro-Viçreina y Huancavelic?; lo único que hemos reci¬
bido
un impreso en el que se leen estas palabras;
«Con la mayor satisfacción anunciamos á nuestros
conciudadanos, que en el Departamento de Kuancavelíca
ha obtenido votación canónica para Presidente de la Re¬
pública, el Señor Jeneral D. José Rufino Echenique «
es

res

que

cartas
provincia ha dado al Je¬
igual ai de los electo¬

asistieron al acto.

7

pudieran presentar á Chile bajo un aspecto mas
el Perú para la concurrencia del comer¬
cio extranjero; pero el resultado de esa indagación me
ha producido el convencimiento de la superioridad deeste sobre aquel.
Un litoral sembrado de cómodos y se¬

clima delicioso y saludable, abundan¬
de producciones agrícolas
especulador un ventajoso
importen; tales son la9 do¬

guros puertos, un
cia de comestibles y multitud
é industriales que brindan al
cambio por las especies que

a

en

«Descendiendo del paralelo entre las dotes naturales
hábilmente manejados, pueden colocar al Perú
una situación envidiable de prosperidad mercan¬ i de cada pais ai sistema de sus gobiernos respecto á las

til, dispénsenos que no

cali
Chile.
Tal vez ande
erradoenenque
mi pueopi¬
incompletas líneas, i nacionesntajarnos
extranj
e
ras.no
encuentro
tampoco
pero ayo
sea, puesto que ellas ! nion,
aventaj
rnoscreoChique,
le. en la época que alcanzamos, los
tratados de paz, amistad, navegación y comercio no son

aceptabas la favorable

íicacion que hace de nuestras
por mas
que nos
no tuvieron ni pudieron tener nunca
tensiones que las arriba
La carta ó que nos referimos y
será del agrado de nuestros
en estos términos.
i

satisfactoria

que por

«Señor

altas pre¬
indicadas.
que confiamos
lectores, está concebida

Redactor de

mas

meses.

Autor

HISTORICA.

SAÍNT-GÉORGES,

del Espía

del Gran Mundo.

Mariana

espacio de algunos

disminuirse
for¬
al dulce papel de
felicidad para

penoso y

cansado trabajo.

la veia palidecer; un círculo
amoratado empezaba á dibujarse ab rededor de sus bellos ojos
azules y una íosecita seca indicaba irritación de pecho, que se
desarrollaba en Blanca á consecuencia de su vida claustral y de
Hacia

EMBAJADA.

había hablado.

por

SaintLaurent.
Tenia el secreto de las penas de la pobre niña; lo que al
principio creia que era un entretenimiento agradable, sabia que
era

CAPITULO V.
UNA

de las humillantes y pe¬

el pobre caballero veia con secreto terror
instantes sus módicos recursos.
Una insignificante pension vitalicia constituía toda su
tuna, y, vendidas sus joyas,, debia renunciar
Providencia oculta que desempeñaba con tanta
con madama de Montaran y su hija.
La suerte de Blanca sobre todo, espantaba á Mr. de
Pero

MISTERIO.
DE

todos los

países y seremos

por

POR H.

convienen á países como el Perú. Abrien¬
á todas las naciones del mundo, esta¬
bleciendo un réjimen de aduanas que preste seguridad y
franquicias á ios negociantes y haciendo las imposicio¬
nes fiscales sobre las materias del tráfico lo menos pesa¬
das posibles á los consumidores, para facilitar y ensantodo el

los que mas
do miestos puertos

La Revista.

comodidad y bienestar, tan diferente
nosas tribulaciones que había sufrido

FOLLETIN.
NOVELA

uuagüer, perepecova para tiempo no remoto

senta

n

/

recibido de la naturaleza. Agrégueso
posición avanzada en el Pacífico le pre-

ro

fas®*» gssKggwagaiig

ra

las causas natura¬

favorable que

•t

Según se nos ha informado, parece
de Huacho, la elección de esta
neral Echenique 32 yotos; numere

he querido buscar

les que

que,

el pormenor de

hasta ahora

adelantamiento.
Yo, como U.,

acaso pudieran mover en
Nuestras esperanzas no han salido fallidas, pues i íe8cíue el Perú ha
hemos tenido el gusto de recibir la siguiente comu- j ^ e^0CIue 8,1
mas
bien se unan los dos mares por medio de un canal, ó
nieacion, que, según
su mismo contenido, no es si- - hípn c/auna
o
unan Inc dna marnc nnr morfin rio nn eonal é
bien vengan los ferrocarriles á estrechar las distancias
no el principio de mas extensas reflexiones. Empeantes de presentarla á nuestros lectores, y por lo y abaratar los trasportes del viejo al nuevo mundo. Y
¿puede Chilp bajo este aspecto rivalizar con el Perú?
mismo que estimamos en todo lo que vale el acier¬
¿Debe este temer que aquel se le sobreponga, comercial¬
to eon que el autor empieza á exponer los resortes mente hablando?.... Creo que no.

pertaron la curiosidad que
ei extranjero

HUANCA VELICA.
No tenemos

estensos y de 1<j*

CIENCIAS,
LITERATURA, RELIGION, ARTES,
de alejaretc
de nuestras costas la con¬
R£lim.
Con tino y maestría

LA

Cuando á mediados del presente mes tomamos
provincia se lia practicado se¬ la pluma para hacernos cargo de ^Ijunas frases del
gún unos con 34 Elecctores, según otros con 41: de
ellos el Jeneral Echenique obtuvo un voto, y el testo re¬ ^Mercantile Reporter de Valparaiso m^erca de la res¬
pectiva situación de las repúbhaas del Perú, Bolívia
cayó todo en favor del Jeneral D. Pedro Bermudez.
y Chile, bajo el punto de vista mercantil, protesta¬
de nuestra insuficiencia para un trabajo que de
HUAMÁNGA—HUANTA—CANGALLO.
El 20 de Diciembre se verificaron las elecciones de
suyo requiere mas copia de conocimientos de la que
Huamanga, Huanta y Cangallo. El Colejio de la pri¬ nosotros, nuevos en este pais, podemos disponer.
tuvo 47 electores, de los cuales sufragaron
propósito entonces no fué otro que el de
Por el Jeneral Echenique
40 Nuestro
la atención de los ilustrados escritores pe¬
Por D. Domingo Elias . 6 llamar
ruanos acerca de un asunto que se referia al crédi¬
que resultó nulo por el doblez del boleto, pero que
to y á la importancia de su nación en el extranjero,
después de roto sin haberse leído, de sus fragmentos se
bien persuadidos de que una vez dada la señal, aun¬
descubrió que era por el Jeneral Echenique.
elección de

La

pagara

2 reales por cada una

I
Les precios di
anuncios mas
\ remitidos, serán convencionales.

REPUBLICA.

LA

esceda de diez lineas,

i <$■ reales por la primera re2 y
i de las subsecuentes,

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10 '*

Al raes

i-

Todo anuncio que no

BSTRANGKRO. Ps. Rs.'

algunas semanas que

tes

y

cofistdei auos y i apelados por

las golosinas mas

preciosas. Un dia que

el

la oyó toser,

del obrador para ir á buscarle algunas pas¬
calmantes á ia calle de San Luis.
Sus compañeras todas conocieron \ronto que las flores eran
eí pretesto, y Blanca la causa verdadera de las frecuentes visi¬
tas que les hacia Mr. Daquin, ó bien papá Daquin, como ellas
le habían bautizado, y desde entonces no se habló de él sino
como del amante de la marquesita.
Fácil es comprender que Victoria, resentida de la predi¬

salió espresamente
tillas pectorales y

Florencio dispensaba á Blanca, no tardó en
observaciones del taller.
—Mr. Daquin, decia Victoria, no es ni hermoso, ni jóven;
pero es rico, inmensamente rico, según vos mismo nos habéis
dicho, y la muy noble señorita s; hace tal vez la mogigata pa¬
decidirle á que se case con ella.
Esta cruel revelación atravesó el corazón de Florencio.
Mucho tiempo hacia que alimentaba una violenta pasión
por la señorita de Montaran; hasta se había corregido de sus
calaveradas en obsequio á su secreto amor.
Ya no se le veia en el café turco, héroe de la guerra ga¬
nando tacos de honor, o paseando en triunfo llevando en bra¬
zos á algunas hermosas cantatrices de los teatros del baluarte.
Tan pronto como salia del escritorio, corria al taller de su

lección que el bello
darle parte de las

ra

pasaba trabajando todas las ho¬
noche.
de
todas sus bellas
pobre criada lloraba en un rincón dela cocina.
ilusiones
acerca
del
porvenir
de
su
protegida.
El buen corazón de aquel hombre generoso sintióse
El marido encantador, rico, noble y buen mozo, con el que tía,
y ningún domingo dejaba de ir á misa, solo para ver á Blan¬
conmovido pues á sus reconvenciones, á su arrebato sin duda
por
tanto
tiempo había contado, no se presentaba. Y en efecto, ca con el caballero de Saint-Laurent.
debia atribuir el sentimiento de la fiel criada. Acercósele pues
La reforma del virtuoso amanuense era tan completa, que
y le dirijió algunas palabras afectuosas; pero la sensibilidad de parecia bastante difícil que un espeso de tales prendas fuera á
Mariana llegó á su término por aquel testimonio de interés, y buscar á la señorita de Montaran, sencilla y pura violeta escon¬ sus compañeros no íe conocían ya mas que por el nombre de
dida bajo la yerba, á un humilde obrador de la calle de Santa San Florencio Simonet, diciéndole que le canonizarían luego que
un torrente de lágrimas, se desprendió de sus ojos.
muriera.
—¡Ah! señor caballero, contestó con voz entrecortada por los Catalina del Marais.
El marido Fénix, sin embargo, no estaba lejos; pero si no
Como compensación de los sacrificios qne se imponía, Flo¬
sollozos; ya sé yo que una pierna de carnero no puede com¬
reunia todas las cualidades que el eahallero apetecia para Blan¬ rencio habia visto brillar de repente su fortuna.
pararse con un capon, y particularmente siendo tan dura como
Protejido por su principal, Mr. Bonami, que sabia las in¬
que he preparado hoy; pero no ha sido poca fortuna podéros¬ ca, poseía no obstante algunas ventajas capaces de satisfacer los
deseos de muchas personas menos escrupulosas.
tenciones
de su tia Prudencia, veia en su amanuense un digno
la ofrecer...Quizás ni aun eso podrémos hacér el jueves que viene.
Tres meses habían transcurrido desde el dia en que vimos sucesor de su notaría, y por lo mismo acababa de ascender¬
Al principio no comprendió bien el caballero todo el sig¬
nificado de aquella confianza; pero herido pov un vago temor, comparecer en el taller de la florista al vejete que hizo tan bue¬ le al eminente rango de segundo pasante; y de un momento á
compra á la señorita Victoria, directora del establecimiento. otro la importante plaza de pasante primero debia recaer indu¬
llevóse á Mariana á la última meseta de la escalera, y dirigién¬
El buen hombre, con el pretesto de vigilar por sí mismo la dablemente en San Florencio.
dole un interrogatorio en regla, supo con vivo dolor todas las
Ufano con sus progresos, confiando en el brillante porvenir
egecucion
de sus adornos, volvia cas: todas las mañanas à ins¬
miserias ocultas de sus dos amigas.
talarse
en el obrador, pasapáo asilas horas muertas, como sue¬
Un pacto de discreción quedó convenido entre Mariana y
que se le preparaba, y víctima de las mas vivas inquietudes á
le decirse, en medio de aquellas jóvenes á las que divertia con consecuencia de la revelación de la Señorita Victoria, el gallar¬
el caballero.
y su talento cáustico y maligno.
do amanuense armóse de resolución y apresuróse á manifestar
El, debia ignorar todo lo que oía
ella, debia callar todo lo Sus cuentos
Queriendo á toda costa atraerse la buena voluntad de la se¬ á su señora tia el decidido proyecto que habia formado de pedir
que acababa de confiarle.
»
ñorita Prudencia, habia hecho otros pedidos que pagaba sin re¬
por esposa á la hija de su noble vecina.
Fué, pues, un acto de astucia de Mr. de Saint-Laurent el
—¿Lo has pensado bien?
esclamó asombrada la florista;
recurrir á la sutileza para engañar la susceptibilidad de la mar¬ gatear; y en cuanto á las jóvenes trabajadoras, ¿cómo podían de¬
jar
de
adorarle?
nunca
se
acercaba
á
ellas
sin
tener
las
faltriqueras
¡casarte
á
tu
edad,
á
ios
veinte
y
dos años apenas!.... y con una
quesa y acudir á su socorro, sin que ella pudiera sospechar que bien
provistas de dulces y golosinas, destinadas según decia, á muchacha sin fortuna, viejos de eso, hija de una muger que no
estuviera enterado de sus privadas aflicciones.
Así desapareció del bolsillo del caballero el magnifico reloj darles ánimo y celo para el trabajo. Llamaba á esto el alpiste de tiene mas que deudas, y que paga tan mal el alquiler...... y eso
aquellas avecillas.
cuando lo paga!
provecho del casero de su amiga.
—Eso yo ya lo sabia
Todos los dias esperaban, pues, las floristas con impacien¬
contestó Florencio en tono trágico
El bastón còn puño de oro cincelado siguió al reloj, yendo á
imitando al gran maestre de los Templarios; pero yo no exijo de
cia,
la
llegada
de
Mr.
Daquin;
era
el
nombre
que
el
anciano
parar en manos del complaciente platero, lo mismo que dos so¬
la señorita de Montaran mas que lo que posee
virtud, ta¬
berbios pares de hevillas de diamantes acompañadas de algunos habia inscrito en el libro de los parroquianos de la casa.
La
señorita
Prudencia,
conciliando
los
escrúpulos
de
su
lento
y hermosura!
alfileres de piedras preciosas y dos ó tres sortijas, galantes re¬
—¡Bonita dote, repuso la señorita Prudencia; que no dejará de
cuerdos de antiguas pasiones, signos añejos puestos entre las austera moral con respecto á los hombres, con el interés de sus
el caldo gordo!
pájinas borradas del libro de amores de Mr. de Saint-Laurent! negocios que le aconsejaba agasajar á los buenos parroquianos, hacer
—Para eso cuento con vos, amable tia, contínó el apasionado
Instruido por Mariana, su confidenta, de los continuos apu¬ y después de un serio exámen del viejo, se persuadió de que las
de madama de Montaran, de la mala voluntad de ciertos atenciones de Mr. Daquin no podían comprometer á ninguna de sobrino con la seguridad del único heredero seguro de la ternu¬
abastecedores de comestibles, ó de las urgencias de la marque¬ las ovejas de su rebaño, y asi es que el buen hombre usaba de ra que inspira; y por otra parte, tarde ò temprano seré notario,
sa, el caballero pagaba sus deudas sin que ella lo supiera, y íe franqueza que le daba su físico y su edad para asistir conti¬ y entonces os devolveré por entero los adelantos que nos hagais?
•—Pero para sar notario, dijo la señorita Prudencia con aspe¬
Mariana aseguraba con el mayor descaro á su ama que todo lo nuamente al taller.
De
todas
aquellas
jóvenes,
Blanca
le
manifestaba
estrema¬
reza,
es preciso pagar la notaría, y para ello siempre habia yo con
daban por nada en aquel momento y que era un gusto vivir en
da reserva, respondiendo por monosílabos álas preguntas que tado con la dote de tu muger!
París por lo barata que salia la manutención!
—Habréis equivocado la cuenta y nada más, mi queridísima
—Ha llegado á tal punió, anadia la embustera, que los capo¬ le dirijia Mr. Daquin relativas á sus trabajos y á la salud.
Vendereis la casa delacalle de San Martin que compras¬
Con la vista siempre fija en lo que hacia, parecia indiferen¬ tía.
nes están ahora mismo al precio de ¡as piernas de carnero, y
seria lástima dejar de comprarlos para los dias que viene á co¬ te á todo lo que ocurría á su alrededor, y apenas se sonreia de teis tan barata, gracias á mi principal Mr. Bonami, y por esteel señor caballero.
los cuentos, con frecuencia mordaces, con los cuales divertia medio tendréis una easueha de menos, y una adorable sobrina
de mas!
Es un brillante negocio'
La marquesa, como todas las grandes señoras de su tiem¬ el viejo narrador á su jóven y bullicioso auditorio.
'Se continuará
La
señorita
de
Montaran
era
el
objeto
de
las
preferencias
y
po, ignoraba las materialidades de la vida, y para los cuidados y
compras de lo necesario à la casa, fiábase de la severa provided atenciones del anciano. Hacia colocar su poltrona junto á ella,
y del afecto sin límites de Mariana, creyendo ciegamente todo y era la primera á quien daba las cajitas mas bonitas de confi¬
lo que esta le contaba, y disfrutaba sin saber el por qué, de la

dar su pa¬
reparó que la

buen caballero salió paru ir á
digestion, según sus mismas espresiones,
Cuando nuestro

seo

ras

«a

na

en

ros

mer

viciada en la que
del dia, y con frecuencia hs de la
E! caballero veia con tristeza desvanecerse

la atmósfera

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