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Nunca habrá una aplicación para la preservación digital. En este punto, volvemos a las esperanzas de un súper sistema único que podría "simplemente resolver" la preservación digital desde la introducción. Al igual que no habrá una aplicación para los desafíos más apremiantes que enfrenta la sociedad, como la justicia social, la equidad económica, los derechos civiles, la pobreza o un entorno mejor. Sin embargo, el rápido ritmo al que la informática ha cambiado nuestras vidas a veces hace que parezca que alguna aplicación podría caer mañana que "resolvería" problemas sociales, políticos y económicos de larga data. No apueste por datos vinculados, blockchains, códigos QR, bitcoins o inteligencia artificial para ofrecer nuevas formas de resolver nuestros problemas. Del mismo modo, no espere hasta que el próximo nuevo y sofisticado sistema de repositorio de código abierto esté terminado para comenzar a hacer la preservación digital. Las tecnologías no lo salvarán de la necesidad de sacar sus cajas digitales metafóricas del piso antes de que llegue la inundación.

De acuerdo con gran parte del discurso de la informática en la sociedad contemporánea, existe un impulso hacia el solucionismo tecnológico que busca "resolver" un problema como la preservación digital. He sugerido que no hay un problema, en la medida en que hay una miríada de problemas locales que dependen de lo que valoran las diferentes comunidades.

Uno de los mayores problemas en la preservación digital es que muchos creen constantemente que el problema en cuestión es técnico. O que la preservación digital es un problema que puede resolverse. Estoy tomando prestado el término solucionismo tecnológico del crítico Evegeny Morozov, quien también tomó prestado el término solucionismo de la arquitectura. El teórico del diseño Michael Dobbins explica: "El solucionismo presupone en lugar de investigar el problema que está tratando de resolver, buscando la respuesta antes de que las preguntas se hayan formulado por completo". Dicho de otro modo, la preservación digital, que garantiza el acceso a largo plazo a la información digital, no es un problema directo de mantener las cosas digitales, sino un problema complejo y multifacético sobre lo que importa sobre todas estas cosas digitales en diferentes contextos actuales y futuros.

El solucionismo tecnológico de la informática en la sociedad contemporánea puede fácilmente seducirnos y engañarnos para que pensemos que podría haber algún tipo de "botón de preservación". O con podría hacer clic derecho en la carpeta de Cultura Americana en el escritorio metafórico del mundo y hacer clic en "Conservar como ..." Mi esperanza es que este libro haya demostrado el peligro que conlleva esta ilusión de fantasía tecnológica. En definitiva, el futuro del acceso a la información digital es, como fue el caso de la preservación a lo largo de la historia, una cuestión de recursos. ¿A quién le daremos los recursos para tomar decisiones sobre el futuro de nuestro pasado? ¿Valoramos las instituciones de memoria cultural lo suficiente como para apoyarlas y sostenerlas en este trabajo? ¿En qué medida estamos siendo administradores de nuestro mundo natural y recursos para permitir un futuro en el que la preservación, incluso de nuestra propia especie, sea viable? Me centraré más en estas preguntas en el resto del capítulo, pero antes de eso quiero profundizar un poco más en alguna pregunta clave sobre cómo predecir el futuro de las tecnologías digitales.

Recuerda quien tiene el control

Lo que personalmente quiero para el futuro de la tecnología digital es en gran medida irrelevante. Los proveedores de nuestra sociedad y aprovisionan recursos para imaginar nuestro futuro tecnológico, no para nuestras comunidades, o para nuestros maestros, bibliotecarios, archiveros, historiadores, sociólogos o científicos. Todos trabajamos a la sombra de dos personajes de personajes que tienen el poder de soñar con un futuro y manifestarlo como una realidad a través de la aplicación de recursos.