2

OverviewTranscribeVersionsHelp

Facsimile

Transcription

Status: Complete

gun han asegurado multitud de prisioneros y
pasados que se van succesivamente presentando.
Hasta ahora que son las 8 1/2 de la noche se han
recojido 15 cadaveres, la pieza volante de arti¬
llería que abandonaron los rebeldes en su fuga,
37 fusiles, una porción de granadas de mano,
de las cuales no tubieron serenidad para hacer
uso alguno; y algunos caballos ensillados.

Nuestra perdida solamente se reduce a las
de tres guapos guerrilleros, victimas de un desme¬
surado arrojo, varios contusos levemente, y tres
caballos muertos de una bala de cañon.

Ajitado todavía de las más vivas emocio¬
nes, que ha causado en mi alma la espresión
heroica del entusiasmo limeño, no encuentro pa¬
labras para describir, ni terminos bastante dig¬
nos para encomiarlo. A la señal de alarma, se
reunió, con admirable velocidad todo el pueblo,
y ostentando una magnanimidad, una virtud, y
un valor, de que con dificultad se muestra ejem¬
plo en la historia de nuestra revolución, se dis¬
putaba en grupos el honor de presentarse a los
más arduos peligros. Allí no había distinción
de edad ni sexo: los ancianos como las mujeres,
se complacían en oponer a los tiros de los ene¬
migos sus pechos indefensos, y no cesaban de
alentar con sus patrioticas exhortaciones a los
esforzados defensores de la patria. La jornada
de hoy ha levantado un monumento digno de la
libertad peruana, que eternizará la gloria del
pueblo limeño.

Antes de poner fin a esta comunicación, juz¬
gó como un deber que me impone la justicia,
recomendar a la alta consideración de V. E. el
pizarro comportamiento de los benemeritos seño¬
res Jefes y oficiales que me han acompañado en
este día, y así mismo el de la compañia del
ejército, mandada por el intrepido Capitán Ur¬
bina. También perecen una particular reco¬
mendación todas las partidas de guerilla, y sus
valientes Comandantes, quienes han ido en per¬
secución de los sediciosos, siendo de esperar de
su intrepidez que hayan consumado nuestro im¬
portante triunfo.

Apresurese V. E. a satisfacer con su pre¬
pencia los ardientes deseos que ha manifestado
el pueblo de Lima, por verle restituido en triun¬
fo a la capital de la República, recibiendo el
grato homenaje de sus habitantes, y participan¬
do de sus glorias. La venida de V. E. es tan¬
to más urjente, cuanto que hoy mismo con el
oportuno auxilio de una pequeña fuerza, nos ha¬
bríamos ya posesionado de las fortalezas del Ca¬
llado, arrancando à los rebeldes el último rincón

que habían reservado a la seguridad de sus mis¬
erables restos.

Con motivo tan plausible tengo la honra de
saludar a V. E., felicitando en nombre de los
limeños, y de los veteranos que no ha cabido
la fortuna de mandar.

Dios guarde a V. E.

Francisco de Vidal.

JUNTA DE GUERRA.

En el compamento de Salaverry en Arequipa a 16
de enero de 1836

Fueron presentes los señores Valle, Placen¬
cia, Quiroga, Casimiro Negron, Montoya y Lay¬
seca y la conferencia llevó el orden siguiente.

Salaverri. Señores ¡Qué haremos!

Todos. ¡Qué haremos señor!

Sigue un rato de silencio mirandose succesi¬
vamente la cara unos a otros hasta que rompe Sa¬
laverri diciendo.

Salaverri. Con qué señores ¡Qué se hace!

Todos. Nosotros queremos oir a V. E.

Salaverri. Pues señores: Nosotros estamos
bien, no tenemos que tener cuidado por nada;
tenemos un ejército grande, cuando el enemigo
no tiene más que una horda de reclutas. Nues¬
tros Coraceros son temibles; los Mixturitas no
se diga, son muchachos sobresalientes. Noso¬
tros ocupamos un imenso territorio mientras
que el enemigo no tiene más que el terreno
que pisa. El Departamento de Ayacucho es
nuestro, allí he dejado a Porras con una bri¬
llante división. En Lima he dejado a Solar, en
Trujillo esta Plaza. Ica y Pisco están segurosa
allí se halla el Coronel Merino con varios ofi¬
ciales y tropa. En Pasco está Bermudez con
muchos Jefes y una soberbia división. Bolivia,
a esta hora, es todo nuestro, porque una falan¬
je mía ha plantado ya sus estandartes en el co¬
razon de la República. Arica es siempre nues¬
tro, porque allí tengo destacado a Carrillo. Cuz¬
co y Puno serán ocupados dentro de pocos días
y ya tengo ofrecidos a mis soldados UN MILLÓN
de pesos, cuanto pisemos el Desaguadero.

Negron. Señores: la situación nuestra no
puede ser más lisonjera.

Placencia refregandose las manos y muy ale¬
gre. Ya se vé: y cuando pisemos el Desagua¬
dero........

Salaverri. Pero ahora es preciso que vol¬
vamos al Norte.

Notes and Questions

Nobody has written a note for this page yet

Please sign in to write a note for this page