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victima de la inmoralidad o traicion de sus jefes, fue
sustraido del campo de batalla en Guia por la confu-
sion y desaliento, y revolucionado en San Tadeo por
la mas vil traicion el 5 de Octubre. El Coronel
Caravedo se puso a la cabeza de esta negra re-
volucion y disuelto el cuerpo se incorporo a no-
sotros una parte, y se disperso el resto sin ha-
berse reunido uno solo al enemigo. La tropa de
este Escuadron pasara siempre por el mo-
delo mas perfecto de lealtad. Jamas los que vil-
mente han abusado de su subordinacion han con-
seguido tornar sus lanzas contra el pais que tan-
tas veces ha defendido con honor.

Sobre su marcha por los Departamentos del
Cuzco, Ayacucho y Junin dirijio S.E. la de la
columna de operaciones que a las ordenes del
Jeneral Vijil, marcho por entre la Cordillera y
la Costa con objeto de arrojar la de Salas de
Ica, y caer en el momento preciso sobre el flan-
co del enemigo. Salas despues de haber arra-
sado su pais, se retiro a Lima para evitar todo
encuentro, y el Jeneral Vijil entro en Ica el 30 de
Setiembre entre las aclamaciones de un pueblo
reconocido.

El 11 de Octubre llego S.E. a Ayacucho,
y hechos alli los aprestos necesarios continuo su
marcha sobre Tarma el 16.

Creo S.E. en los Departamentos inmedia-
tos a Lima las autoridades militares precisas pa-
ra reconectar mejor las relaciones del Ejerci-
to con los pueblos de retaguardia: descendio a
los arreglos mas pequeños en todos los ramos
de la guerra, y continuo su marcha al Cuartel
Jeneral.

En Jauja paso S.E. revista a los batallo-
nes 4.* de Yanachocha y Cazadores del Centro
y en Tarma el Rejimiento 1.* de la Guardia.
En el Cuzco, Ayacucho y Junin, se dieron las
ordenes precisas para completar el parque y al-
macenes, y ejecutadas se pusieron en marcha los
cuerpos que se hallaban a retaguardia del ejercito.

El Cuartel Jeneral a consecuencia del mo-
vimiento hecho por el Jeneral a consecuencia del mo-
tallones Pichincha y Arequipa con objeto de apo-
yar la opinion y distraer de los Castillos la
atencion del enemigo, se hallaba en Santa Eula-
lia a 12 leguas de Lima. Llegado S.E. a San-
ta Eulalia hizo sus ultimos arreglos en el ejerci-
to. Se pusieron las divisiones al mando de los
ilustres jenerales Moran, Armaza, Herrera y Vi-
jil, y continuo la caballeria bajo las ordenes del
vencedor de Junin, del ilustre Gran Mariscal Ne-
cochea que atravezando por medio del ejercito
enemigo, se habia reunido poco antes al nuestro.--
Acciones heroicas, o distinguidas forman la vida
de este ilustre jeneral.

En Santa Eulalia confirmaron a S.E. re-
petidas comunicaciones de Lima las noticias que
constantemente habia recibido en todo el cur-
so de su marcha sobre la defensa de los cas-
tillos, la exaltacion de la opinion publica en favor
de la Confederacion y del ejercito y el estado
del enemigo. Los defensores de la plaza del Ca-
llao sostenidos por una decidida guarnicion y por-
vistos de viveres para mucho tiempo habian jurado
sepultarse bajo sus propias ruinas antes que ren-
dirse. Contra los valuartes de aquella forta-
leza se estrellaban igualmente los debiles y
torpes esfuerzos del enemigo y las rastreras in-
trigas del caduco conspirador que aguzaba las
bayonetas de nuestros enemigos. Los pueblos vic-

timas tantos años de los desastrozos sucesos que
la ambicion de Gamarra les habia preparado, su-
frian y aun sufren el ignominioso peso de un
ejercito extraño, y las atrocidades consiguientes
al necio furor de un pretendiente que aspira a
fijarse en la misma silla que escalo con perfidia
y de que bajo cubierto de ignominia.

Circunstancias tan duras exitaban mas y mas
el resentimiento y odio publico que provocaban
nuestros enemigos, y la capital oprimida y vejada
del mismo modo que los pueblos del Norte a
cuyas estremidades habia llegado La-Fuente pa-
sando por cima de cadaveres de peruanos inde-
fensos, llamaban al ejercito de voz en grito. Era
el momento de emprender la campaña y S.E. or-
deno el movimiento jeneral proclamando al Ejer-
cito y al Estado del modo siguiente.

EL PROTECTOR DE LA CONFEDERACION
PERU-BOLIVIANA, A LOS NOR-PERUANOS.

Nor Peruanos:--Un triste desengaño, una gran ca-
lamidad ha sido el resultado de los desacordados suce-
sos de Julio que abrieron las puertas de la patria a la
invasion; de esos sucesos fatales que deplorais humi-
llados por la conquista, devorados por la anarquia, y
siendo la victima de viejas venganzas y de pasiones
rencorosas.

Ya estais convencidos y lo esta todo el mundo de
las verdaderas miras del gabinete chileno, y de que mi
persona ha sido un vano pretesto para encubrirlas: im-
poneros un gobierno que subscribiera a sus pretensio-
nes: abatiros y humillaros, destruir los elementos de
vuestra prosperidad, someter vuestros puertos a los re-
glamentos de Valparaiso, y sujetaros a la triste condi-
cion de colonia chilena, han sido siempre y son el verda-
dero objeto de su tenaz empeño.

Nor-Peruanos:--Vuestra patria ha sido sacrificada
al oido sistemado de envidiosos rivales. Ya los veis asal-
tando y degollando vuestras poblaciones indefensas, ata-
cando vuestras propiedades, talando vuestros campos,
agoviandoos con impuestos insoportables, proscribiendo
a ciudadanos ilustres y conculcando el lujo de todos los
crimenes se os ha presentado solo como el instrumento
horroroso de las pasiones y de arraigados enconos.

¿Ni cual pudo ser el fin del sistema, que el Gobierno
de Chile ha empleado constantemente en vuestro daño?

Pero la epoca de grandes calamidades es la
ocasion de desplegar las grandes virtudes entre los
pueblos libres. Durante tres meses habreis sufrido las
desgraciadas de la conquista y de la anarquia, mas
tambien habeis mostrado con vuestro odio terrible a
los invasores la firme resolucion de ser independien-
tes, y la de tomar una justa venganza. Os ofreci
el apoyo del ejercito: ya lo teneis.

Limeños:--Pueblo patriota y celebre en los
anales del Peru, ya estoy con vosotros. Vues-
tros hermanos del Sad y de Bolivia sensibles a
vuestras desgracias me mandan a socorreros. El
ejercito viene resuelto a superarlo todo en vues-
tro obsequio, a vengar la sangre de Guia. Es
tiempo, corred a las armas, y unid vuestros es-
fuerzos a los nuestros para salvar la patria. Re-
novad los dias de Setiembre y Enero, celebres
en los fastos de vuestros anales. Nunca fue mas
justa nuestra causa, ni mas poderosos los motivos
que armasen vuestros brazos. El reposo fuera
un crimen y un baldon eterno, cuando la patria
humillada esta en peligro. Vamos a vengarla y
a restituirle su dignidad.

Olvidad para siempre los dias aciagos de pa-
sadas discordias. Fijad todos la atencion sobre el

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