4

OverviewTranscribeVersionsHelp

Here you can see all page revisions and compare the changes have been made in each revision. Left column shows the page title and transcription in the selected revision, right column shows what have been changed. Unchanged text is highlighted in white, deleted text is highlighted in red, and inserted text is highlighted in green color.

4 revisions
AngelikaNorin at Mar 29, 2024 01:09 PM

4

sus atribuciones, y atropellar manifies-
tamente la vulntad de sus conmiten-
tes. Si este ,odo de pensar careciera
de solidez ¿hasta donde no seria permi-
tido llevar las consecuencias? Con ha-
ber añadido los reformadores de la carta
un artîculo, que los autorizase por un
año para ejecutar hasta el último de sus
deseos; ya estaban facultados para sa-
eudir á su antojo todo los resortes de la
máquina social. Podian remover á los
empleados, atacar las propiedades, ver-
ter á raudales la sangre de los inocentes,
y cubrirnos de luto y de verquenza: en
una palabra, eran omnipotentes.

La república cansada de padecer
violentas convulsiones, no opuso resis-
tencia tenaz à los usurpadores, y al fin
sometiose humildemente al yugo, con
que se quiso deprìmirla. Creyó, ademas,
que con este sacrificio adquirirîan nue-
tras instituciones esa consistencia ape-
tecida, sin la que jamas pisarémos los
umbrales de la felicidad. Pero, se enga-
ñó. Los negocios tomaron un rumbo
inesperado. El que subió á la mijistratu
ra suprema por el impulso de los con-
vencionales no era destinado á serenar
la tempestad. Apenas empezó su espi-
nosa carrera, cuando manifestó que de-
jaría burladas las mad alhagueñas espe-
ranzas. Quisieramos tocar este asunto
sin astimar el amor propio de personas
acosades por la desdîcha. Sea en hora
buena el escojido de la convencion emi
nente patriota, reflecsivo y dotado de to-
das esas cualidades, sin las que ninguno
maneja diestramente las riendas de la
administracion; y sean profundos esta-
distas é incorruptibles cuidadanos los
que formaban su consejo. Lo cierto es
que la escistencia del gobierno conven-
cional llegò à ser incompatible con el ho-
nor y la tranquilidad del Perú. Hasta
las últimas clases habia cundido el des-
contento: las determinaciones supremas
no producian sino burla ó indignacion:
la imprenta, organo de las ideas y los
sentimentos nacionales, trabajaba con
actividad incesante porque la masa po-
pular se conmoviera; y si no se quiere
oscurecer verdades tan claras como la
luz del medio dia, nadie osará negar que
Lima mas de una vez corrió el peligro
de ser empapada en lagrimas y sangre.
El ejército sobre el cual pesaba la mas
formidable responsabilidad: ¿qué linea
debia seguir en tan malhadadas circuns-

[right column]

tancias? ¿Oponerse al curso irresisti-
ble de los acontecimientos y sumirse con
las patria en un abismo de calamidades,
ó permanecer quieto en medio de esta
confusion universal, ofreciendo con su
apatía vasto campo al desarrollo de fu-
riosas pasiones? La conducta, que hon-
radamente podian observar hombres li-
gados por su instituto á conservar inal-
terables el sosiego y buen nombre de la
sociedad, era confiar el timon del estado
á un peruano capaz de mantener el ór-
den publico hasta que reunidos nuestros
lejitimos representantes terminaran el
funesto reinado de las oscilaciones.

Peligrosos son, á la verdad, los movi-
míentos con que un puebli intenta sus-
traerse al dominio de los que le han en-
cadenado: dificil es señalar los casos, en
que no tienea derecho á la obediencia los
q' han obrwnido la sublime mision de le-
jislar; y muy mas dificil evitar que ideas
harto sanas sirvan de apoyo á los deli-
tos, y santifiquen la anarquía, Mas, el
ciudadano, que atiende á sus obligacio-
nes, no es inerte: hay ciertos hechos
que ostentan á primera vista todos los ca-
racteres de la mas escandalosa usurpa-
cion; y si pagamos el tríbuto debido á la
verdad, confesarémos que el error de la
sumision ilimitada ha orijinado bajo la
tiranía y en tiempo de revueltas inmen-
sos males.

Continuará.

NOTA

La celeridad con que es necesario
ecsaminar las prebas de este periôdico,
no permite algunas veces que los razgos
salgan á luz con la limpieza y correccion
apetecibles. En el núm. 36, pag 4a.
col. la. lin. 29, hay una interrogacion,
que altera sustancialmente el sentido del
periodo á que debió estar unida: se di-
ce-¿ El odioso terrorista serenó la tem-
pestad, llevando á todas partes la devas-
tacion y el espanto? En el núm. 37 pag.
4a. col. la lin. 32 se dice- trajeran á
un lugar el fruto de imprimir sus medi-
taciones y esperiencias para dar á ciertas
operaciones el sello de una legitimidad
indisputable. Debe leerse-trajeran á
un lugar el fruto de sus meditacione y
esperiencias,para imprimir á ciertas ope-
raciones el sello de una legitimidad in-
disputable &c.

[middle column]

IMPRENTA DEL ESTADO POR PRUDENCIO ARANDA.

4

sus atribuciones, y atropellar manifies-
tamente la vulntad de sus conmiten-
tes. Si este ,odo de pensar careciera
de solidez ¿hasta donde no seria permi-
tido llevar las consecuencias? Con ha-
ber añadido los reformadores de la carta
un artîculo, que los autorizase por un
año para ejecutar hasta el último de sus
deseos; ya estaban facultados para sa-
eudir á su antojo todo los resortes de la
máquina social. Podian remover á los
empleados, atacar las propiedades, ver-
ter á raudales la sangre de los inocentes,
y cubrirnos de luto y de verquenza: en
una palabra, eran omnipotentes.

La república cansada de padecer
violentas convulsiones, no opuso resis-
tencia tenaz à los usurpadores, y al fin
sometiose humildemente al yugo, con
que se quiso deprìmirla. Creyó, ademas,
que con este sacrificio adquirirîan nue-
tras instituciones esa consistencia ape-
tecida, sin la que jamas pisarémos los
umbrales de la felicidad. Pero, se enga-
ñó. Los negocios tomaron un rumbo
inesperado. El que subió á la mijistratu
ra suprema por el impulso de los con-
vencionales no era destinado á serenar
la tempestad. Apenas empezó su espi-
nosa carrera, cuando manifestó que de-
jaría burladas las mad alhagueñas espe-
ranzas. Quisieramos tocar este asunto
sin astimar el amor propio de personas
acosades por la desdîcha. Sea en hora
buena el escojido de la convencion emi
nente patriota, reflecsivo y dotado de to-
das esas cualidades, sin las que ninguno
maneja diestramente las riendas de la
administracion; y sean profundos esta-
distas é incorruptibles cuidadanos los
que formaban su consejo. Lo cierto es
que la escistencia del gobierno conven-
cional llegò à ser incompatible con el ho-
nor y la tranquilidad del Perú. Hasta
las últimas clases habia cundido el des-
contento: las determinaciones supremas
no producian sino burla ó indignacion:
la imprenta, organo de las ideas y los
sentimentos nacionales, trabajaba con
actividad incesante porque la masa po-
pular se conmoviera; y si no se quiere
oscurecer verdades tan claras como la
luz del medio dia, nadie osará negar que
Lima mas de una vez corrió el peligro
de ser empapada en lagrimas y sangre.
El ejército sobre el cual pesaba la mas
formidable responsabilidad: ¿qué linea
debia seguir en tan malhadadas circuns-

[right column]

tancias? ¿Oponerse al curso irresisti-
ble de los acontecimientos y sumirse con
las patria en un abismo de calamidades,
ó permanecer quieto en medio de esta
confusion universal, ofreciendo con su
apatía vasto campo al desarrollo de fu-
riosas pasiones? La conducta, que hon-
radamente podian observar hombres li-
gados por su instituto á conservar inal-
terables el sosiego y buen nombre de la
sociedad, era confiar el timon del estado
á un peruano capaz de mantener el ór-
den publico hasta que reunidos nuestros
lejitimos representantes terminaran el
funesto reinado de las oscilaciones.

Peligrosos son, á la verdad, los movi-
míentos con que un puebli intenta sus-
traerse al dominio de los que le han en-
cadenado: dificil es señalar los casos, en
que no tienea derecho á la obediencia los
q' han obrwnido la sublime mision de le-
jislar; y muy mas dificil evitar que ideas
harto sanas sirvan de apoyo á los deli-
tos, y santifiquen la anarquía, Mas, el
ciudadano, que atiende á sus obligacio-
nes, no es inerte: hay ciertos hechos
que ostentan á primera vista todos los ca-
racteres de la mas escandalosa usurpa-
cion; y si pagamos el tríbuto debido á la
verdad, confesarémos que el error de la
sumision ilimitada ha orijinado bajo la
tiranía y en tiempo de revueltas inmen-
sos males.

Continuará.

NOTA

La celeridad con que es necesario
ecsaminar las prebas de este periôdico,
no permite algunas veces que los razgos
salgan á luz con la limpieza y correccion
apetecibles. En el núm. 36, pag 4a.
col. la. lin. 29, hay una interrogacion,
que altera sustancialmente el sentido del
periodo á que debió estar unida: se di-
ce-¿ El odioso terrorista serenó la tem-
pestad, llevando á todas partes la devas-
tacion y el espanto? En el núm. 37 pag.
4a. col. la lin. 32 se dice- trajeran á
un lugar el fruto de imprimir sus medi-
taciones y esperiencias para dar á ciertas
operaciones el sello de una legitimidad
indisputable. Debe leerse-trajeran á
un lugar el fruto de sus meditacione y
esperiencias,para imprimir á ciertas ope-
raciones el sello de una legitimidad in-
disputable &c.

[middle column]

IMPRENTA DEL ESTADO POR PRUDENCIO ARANDA.