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2 LA REVISTA.
[First column left]
He aquí lo que el Comercio que acabamos
de recibir.

[Central Column]
El Correo dice sobre el mismo:
particular:
LADRONES.

«Estos bandidos, en número de veinte, han con-
sumado el crimen mas atroz que pudiera imajinarse.
Anoche han asaltado a casa huerta de Mr. Ledos,
francés y dueño del Bazar; y después de haber es-
trupado y asesinado a su interesante y desgraciada
esposa, le han robado doscientas onzas de oro y qui-
nientos pesos en plata. En este momento se nos ha
asegurado ademas, que dicho Sr. Ledos ha sido
cruelmente maltratado y herido, y que su Señora
andtes de morir ha declarado conocer a dos de los
asesinos que le dieron una puñalada cerca del cora-
zon y un balazo a quema-ropa en el pecho.

es¬ de Doña Carolina de Ledos en el Sagrario. El acom¬

todavia mucho mas
horroroso que lo que se refiere en las «Ocurrencias
de Policia,» el crimen de violación, asesinato y robo
que anoche se ha cometido por una partida de faci¬
«Seguíanos aseguran, es

haber
Ledos: se están reu¬
tuprado y asesinado á &u interesante y desgraciada pañamiento ha sido muy numeroso, y en todos los
al público una rela¬ esposa,le han robado doscientas onzas de oro y qui¬ semblantes se pintaba el dolor que ha causado el
ción circunstanciada de lo acaecido, y de las medidas
nientos pesos en plata. En este momento se nos ha triste fin de aquella apreeiable cuanto desgraciada
adoptadas para perseguir y hallar álos criminales. asegurado ademas, que dicho Sr. Ledos ha sido Señora.
No tenemos M unicipalidades: no ha quedado cuerpo
cruelmente maltratado y herido, y que su Señora
alguno que represente a !a Ciudad: no se puede ha¬ antes de morir ha declarado conocer á dos de los
Los periódicos últimamente recibidos de California
cer peticiones al Gobierno niá nadie colectivamente:
asesinos que le dieron una puñalada cerca del cora¬ nos han dado noticia de los nuevos conllictos y del der¬
se ha hecho lo posible en los dias de paz para impo¬
ramamiento de sangre de que ha sido teatro la ciudad de
zón y un balazo á quema-ropa en el pecho.
sibilitar las reuniones délos ciudadanos; hemos do¬
Sacramento. Un juez muerto, varias personas heridas
Inútil es ponderar la profunda indignación que
tado al Gobierno con esa autoridad y provision pa¬
y gran número de prisiones han sido y son cada dia el
ternal que debe hacerlo todo por nosotros. Bien, ha producido este nuevo atentado de los ladrones, resultado de las enormes contribuciones á que los anglo¬
pues, respetemos la obra de nuestras manos, y sean pues la sociedad ya no culpa al Intendente de Poli¬ americanos sujetan á los mineros extranjeros, y de la
nuestros bienes robados, nuestras esposas .violadas, cía ni al Prefecto, sino al Supremo Gobierno, que envidia que les ciega cuando ven que la experiencia ó los
no se cura de los males públicos, como si quisiera conocimientos de los antiguos habitantes del pais, deri¬
y no podamos siquiera organizamos en grupos que
resistan á los salteadores, cuando la fuerza de Poli¬ gozarse en las amarguras y susto de las familias que va mas prontas ventajas de su rudo trabajo. Triste es
ciertamente tal estado de
pero casi debe renun¬
cia no puede ó no sabe hacerlo.
Eso si, haya Po¬ ya no encuentran reposo á la sombra de las leyes ciarse á toda esperanza de cosas,
un próximo cambio, mientras
licia para imponer multas: haya Tesoro público que protectoras.
el pais no se constituya de algún modo, no en el nombre
recaude los propios de la Ciudad para aplicarlos á
Los Editores del Correo no saben adular, me¬ como
parece que lo está en la actualidad, sino de hecho
mantener escuadrones y compañías de tropa: pagúe¬ nos ocultar las quejas del público que le insta, por
y cualquiera que sea la ley á que deban sujetarse aque¬
se contribución de serenos para que piteen y no es¬
que haga penetrar hasta palacio el sentimiento jene- llos emigrados. Para dar á nuestros lectores una idea
tén jamás en la parte de la Ciudad atacada: lie ahí ral, á fin de que S. E. el Presidente de la República, de las causas que han motivado los últimos sucesos, va¬
el resultado de la falta de instituciones municipales. como en otro tiempo, personalmente tome todas las mos á estradar algunos párrafos de la Alta California
Todo Lima se halla consternado y alarmado, y medidas que crea oportunas para restituir á la so¬ del 1.° de Setiembre.
«Hace mas de un ano, dice aquel periódico, que va¬
como se vera en otra parte de este número, varios ciedad, la confianza y garantias que el pacto funda¬
rios habitantes de Sacramento manifestaron que sosten¬
ciudadanos respetables, que temen por la honra de mental le asegura.
drían los derechos de posesión contra cualesquiera otros.
sus hijas, y por sus vidas, han resuelto reunirse ma¬
No se diga por los enemigos de la actual admi¬ Nos han inducido, decían, á abandonar nuestras casas,
ñana á las doce del dia en el local del Consulado
nistración, que como ya va á dejar el puesto, aban¬ y generalmente con grandes sacrificios y sufriendo toda
con el objeto de acordar lo que deba hacerse para
dona á los ciudadanos en sus conflictos, mirando clase de riesgos y privaciones en jornadas muy penosas;
apartar de nosotros desgracias parecidas á las que con desden las indicaciones de la prensa, y ensorde¬ lo arrostrábamos todo con la esperanza de adquirir
ha sufrido el señor Ledos y su esposa.»
cido al clamor público, que pide seguridad por las el oro facilmente, pero aun mas que eso porque fiábamos
en la posesión de buenos terrenos donde los ciudadanos
vidas y propiedades del ciudadano.
que lo desearan podían edificar sus casas para compen¬
Hemos podido calmar algún tanto los arrebatos sar en
En el mismo periódico vemos el siguiente co¬
parte las comodidades que habian perdido. Lle¬
de muchos individuos que han ocurrido á laseccion gamos aquí y nos hemos visto chasqueados, pues encon¬
municado sobre el mismo asunto:
Por el horroroso atentado que han cometido los de comunicados, quejándose á este respecto de la in¬ tramos á unos pocos que sin haber desembolsado unsolo
dolencia de las autoridades, con un lenguaje dictado peso ni presentado títulos suficientes,se han hecho dueños
ladrones ayer 44.
de inmensos trozos de las mejores tierras.
De esta ma¬
Fuertemente consternados por el horrendo cri¬ por el sarcasmo de la desesperación; pero solo han
nera se nos niega una cuarta de terreno para levantar
men que se ha perpetrado en la noche de ayer por suspendido sus quejas por la promesa que les hemos
una tienda, á no ser pagando un precio excesivo por el
una partida de bandidos, que entraron forzando las hecho, de que el Correo tomará la palabra.»
sitio, sitio al cual tenemos tan buenos derechos como
puertas en alta noche á Ja huerta de Rondon, en
ellos.» &c.
donde ha tenido lugar el muy funesto asesinato de
Ahora bien, en estos argumentos no entran para
1 última hora.
la esposa del señor don Carlos Ledos, precedido de
nada los extranjeros, son los conquistadores entre sí los
otros actos que rehusa la decenc ia referirlos; y te¬
Son las once de la noche. Varias personas que que se disputan la posesión de un terreno en las minas
miendo se multipliquen tales ah atados, que es de
acaban de salir del teatro nos informan que en la es¬ que antes tuvo su dueño, de quien este dispuso, sobre
el cual recayó una sanción judicial, declarando la dispo¬
esperar .sobrevengan por nuestra jihnible apatía, se
quina de los Gallo1 "asa de D. Juan Elizalde ha ha- sición buena y válida, y de cuyo terreno, en fin, se han
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se reúnan en el local del Consulado todos los SS.
do por la lijereza con que han acudido los criados á dá, sin mas razón que la de hallar buenas las tierras y
padres de familia y demás sujetos notables de esta quienes les tiraron un tiro. Los dos ó tres serenos en adecuado el sitio para establecerse.
Las escenas con los extranjeros y sobre todo con
Capital, á fin de tomar las urgentes y mas eficaces lugar de acudir y tratar de entrar en la casa por las
medidas que puedan precaver el grave peligro con inmediatas ó de
los mejicanos son de un carácter mas digno de atención.
cualquier otro modo, se pusieron á
«El número de trabajadores que al comenzarlas
que está amenazada toda la ciudad por la indolen¬ buscar escaleras y á correr despavoridos sin saber
escavaciones
del oro entraron en California de los llanos
cia de las autoridades que están encargadas de la se¬
que habian de hacer, y entretanto los ladrones es¬
y placeres de Nuevo Méjico y Sonora y aun mas al sur,
guridad pública:
caparon.
de los populosos departamentos de la República, ha forla huerta del señor
niendo datos para comunicar

nerosos en

o

v

"""

,

la destreza del noble cazador dos lobos y una ja¬
balina, sin contar cierto villano á quien atravesó con un
venablo en la duda de si seria hombre ó fiera. Los despo¬
—¡La muerte de tu padre!
—¿De mi padre?
jos se trajeron al castillo, escepto el villano, que herido
—Sí; por mas que los nobles se jacten de otra cosa, tu se quedó en el monte: la jabalina fué abierta en canal y
padre y yo somos los fundadores de la hermandad. Ahora metida en salmuera, y despellejados los lobos y colgadas
que todo lo sabes, haz lo que quieras: dijo el arquitecto, y sus cabezas de un garfio en la fachada del edificio, ador¬
se
nada ya con alguna docena de ellas, consumidas por laalejó de casa de Munima.
CAPITULO IV.
intemperie ó devoradas por los buitres. Agréguese la safaccion de este triunfo á las anteriores satisfacciones de
Prosigue el cuento de aventuras descomunales, que pasarían por
Ataúlfo, y habremos de convenir en que su gozo debia ser
apócrifas, á no estar completamente justificadas en la crónica.
no: eso nunca; porque el silencio es un
el silencio va envuelta la muerte de....

—¡Olí! Eso

men: en

mas

cri¬

Por alguna de las muchas razones que dijeron de
Odoaria y los conjurados, que de viejas hilanderas y

guaron

estremado.

Pero de lo que mas se maravillaban los sombríos mora¬
dores del alcázar era de que tanto tiempo le durasen el

de conspiradores ha sido siempre el charlar por los codos,
contento y la tranquilidad. La dulce sonrisa era un movi¬
sabemos que Gundesindo Gelmirez habia pedido campo
miento á que no se plegaban jamás los labios del Terrible,
al obispo
para reñir un desafío con Ataúlfo el Terrible. y desús efímeros deleites y somero regocijo
caer de
El Lobo de Altamira, que así se llamaba también por ha¬
improviso
en
un
abismo
de
tristeza,
del
cual
no
acertaba
ber elegido por blasón una cabeza sangrienta de este ani¬
á salir sino lanzándose por temporadas á la caza, á la
mal en campo de oro, quedó sorprendido cuando los escu¬
escesos.
deros del gobernador le llevaron un guante provocándole guerra, á la rebelión, y á todo linaje
Al amanecer del dia señalado para el juicio de Dios,
á comparecer en el juicio de Dios para el siguiente dia.
un
hombre de talle gigantesco, de complexion recia, en¬
Gozaba á la sazón de bonísimo humor el Terrible, pues
su cara
mitad y conjunta persona, doña Constanza Me¬ cendido de rostro, abultado de facciones, rubio de color y
nendez de Monforte, consumida por una fiebre lenta, ha¬ de mirada sombría y perspicaz como la de la hiena, entre¬
bia tenido á bien partirse al otro mundo; y aunque no po¬ tenido en limpiar los arreos de caza, en pie delante de la
enorme chimenea de su cuarto, estaba diciendo al primer
cas veces se volvió atrás, al borde mismo de la sepultura,
escudero, sin levantar siquiera los ojos para mirarle:
cerca de un mes de
paz y de sosiego aseguraban al mari¬
—Rui Perez, tu fuiste, si mal no me acuerdo, quien
do de semejante chasco. Contentóse, pues, con apalear á
dió
tan buena cuenta de aquellos peregrinos.... ¿Eh?
los farautes del gobernador, diciéndoles: que puesto que

solia

de

sa

proeza,

vive el cielo, seis guerreros contra

dos peregri¬

nos!

-Y
llero.

Luzbel, ó Satanas, por añadidura, señor

—¡Ah! ¡ah! ¡Luzbel.... Luzbel!

caba¬

esclamó don Ataúl¬

siempre metido en faena con
sus arreos: ¡Lástima que note hubiese llevado las orejas!
¡Cobarde, que te dejas arrebatar una carta que nos im¬
portaba cien veces mas que la vida de un vejete, y vivo
dejas al mozo que tuvo la insolencia de confesarse enamo.
fo, riéndose brutalmente y

rado de....!

—¡Cobarde! ¡Me habéis llamado cobarde!
—Buen latigazo me llevó, prosiguió el Terrible, sin
escuchar á Rui Perez; pero te juro que he de cruzar el
rostro al muñeco, si de la horca se salva, de manera que
le quede por toda su vida señal de la santiguada.
—¡Si os hubierais visto, como yo, con aquel león que se
me

coleaba del brazo....!
o

—¡Por el alma de mi

santidad....!

abuela, que murió en olor de

—¡Y sobre la malla y todo me
carne!

—¡No,

no

clavó los dientes en la

le han de quedar ganas de

doña Elvira de

Trava!

volver á mirar á

quisiera, señor, proseguía impávido el escudero;
quisiera habérmelas con Roldan, con el Cid en perso¬

—Yo
yo

maldito....
—¡Señor Rui Perez! esclamó el rico hombre con un
—Yo, si, señor: en Santiago estaba esperando vuestras espantoso bufido, y bruñendo con viveza convulsiva el
ya sabían la medida de sus palos, escusaba dar á Gunde¬
sindo la de sus armas; que no debia el honradamente ordenes en la taberna de Mingo, cuando sentí el chasqui¬ cuerno de caza: os estoy hablando de Elvira, y cuando yo
cruzar las
suyas con un hidalguillo, especie de yedra que do del látigo, y al levantarme para teneros el estribo, ya pronuncio este nombre, teneis que callar, aunque os esten
solo podia crecer arrimada á las paredes de la iglesia; y estabais adentro, y desde allí cabalgamos á toda prisa mi atenaceando.
que para castigar al representado como á los representan¬ compañero Gil Diaz y cuatro soldados de don Gutierre
—Me habéis llamado cobarde, repuso tímidamente el
la insolencia y desacato de venir á turbar las ale¬
grías del lobo en su madriguera, él enviaria allá persona
digna y competente.
Asaz mohínos y de mal talante los desdichados escude¬
ros bajaron de la colina, sobre la cual está fundado el cas¬
tes, por

Fernandez de Castro, que estábamos merendando juntos..
—En cumplimiento del encargo que se os habia hecho
de vigilar el caminó desde Padron á Santiago. ¡Por la

na, y

no con ese perro

escudero.

—¡Voto álos cuernos

de Belcebú! gritó don

Ataúlfo,

tirándole á la cara el rico instrumento de caza.
Pero en buena hora para Rui Perez, la misma

¡medrado está quien se fia de canalla
cólera
¡4uroá Dios, que si no acierto á co¬
al Terrible hasta el punto de errar la puntería, y la
tillo de Altamira, dándose por muy dichosos cuando
y,á seguirlos muy quedo por un, ca¬ cegó
corneta se estrelló en mil pedazos contra las losas del pa¬
términos y jurisdicción del obispo se vieron, por tornar mino arenoso, en que'no se sentían las pisadas del caba¬
vimento.
con vida de la cueva de
semejante alimaña, que por ha¬ llo; si el viento que die frente venia no me hubiese traído
El escudero
el color, y se quedó contemplando,
llarse en una de sus bonísimas horas, les hizo gracia de sus palabras, y si
el^ios no anduvieran tan embebidos en con espantados perdió
ojos
el
encendido rostro del Lobo de Altano
sus cuentos y en suíS amores, que sordos y ciegos pare¬
engullírselos de una dentellada.
mira.
Despachados los farautes con cajas tan destempladas, cían, juro á Dios, sepr escudero, que hubiéramos salido
—¡Perdonadme, señor.,..! murmuró luego balbuciente.
hizo el de Moscoso una batida por la montaña, y atesti- bien librados con vu|estva diligencia! Y luego.... ¡fainosangre de mi padre!
tan ruin y bebedora!
en lumbrarlos de lejos,

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