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diariamente en Arequipa; ni q».e en ti 2o he o^era ma.
voz en el sen© del Lolejto, que a ce
j.
b
| de
los pueblos. Todo gr.to que salga destra boca es
alarmante, es ilegal. El pueblo en el 12 de Febrero
concluyó su misión, depositó su voto en la conciencia de
sus escojidos; estos le darán testimonio de su confianza,
conformes los y merecerán un tributo de gracias, ó un anatema. Al

Departamento se cubrió de gloria en
Jos dias que siguieron á la desgracia de Inga\i, tiene co-¡
mo ninguno el deber de ser doblemente fuerte en la defensa de los derechos comunes, y títulos irrecusables á
ser muy especialmente respetado en el egercicio de sus
Desde que ese

funciones electorales.

-

Arequipa se honra
sentimientos é ideas que
nir,

I

LA REVISTA.

de encontrar tan

proclamó al instalar el Porve¬
los de Puno, Cuzco y Moquegua.
Esta armonía era muy natural y la esperábamos;

con

pero nos ha lisonjeado como si hubiese sido el aconteci¬
miento mas inesperado.
La ¡JiULidlunViiuii
iiv^nu cu
proclamación hecha
en coic
este Departamento
ucpai laujciuu cuu
con
el objeto de salvar los derechos de la República, la acepta la Sociedad del Porvenir, como un vínculo nuevo de
fraternidad patriótica, moral y cristiana entre estos dos

pueblos.
Arequipa deseaba en la marcha de progreso nacio¬
nal ser presidida por los demás pueblos del Perú.
Así
lo protestó en su contestación al Club de la Capital.
Ahora vé realizado su deseo. Ahora seguirá con ardor
patriótico la marcha que emprenden en pró de la nación
la ilustre capital de los Incas y ese patriótico
Departa¬

curio y publicados eu uno
números;

de nuestros anteriores

LOS HECHOS COMERCIALES COMERCIALMENTE
HABLANDO.

De los números

puede abusar, como de todas las
humanas; con las mismas cifras con que se prueba
hablar en este sentido, no quisiéramos se tradujeran que un comercio está en ruina, se puede probar que es¬
tá en aujey prosperidad. Esto no quiere decir que los
nuestras palabras como producidas por el miedo que pu¬
números mientan, sino que la pasioñ y los intereses pue¬
diera infundirnos el partido contrario; tenemos concien¬
den hacer mentir á los números, obligándoles á decir to¬
cia en nuestras fuerzas y mayoria, y como ¡nunca serédo lo contrario de lo que debieran. Esto no quita nada á
mos los provocadores, la posición que en t al caso tomá¬
la verdad numérica. Se puede sumar, restar
y multipli¬
ramos,
nosofreceria la ventaja de ser defensiva,por con- car al

/
infinito,
sin
que por esto pierda el número su vir¬
siguiente justa, legal, sin visos algunos <"■ anarqU¡a< La tud esencial, que es la de conservar en sí mismo la ver¬
idea sin embargo que ea acna pu ier
o
dad, asemejándose en esto á esas maderas fragantes que
gota desangre, que después de afear el mas augusto de solo
pierden sus perlumes reduciéndose'á ceni-zas. Así,
los actps de un pueblo republicano, sería la que cimentá
pues, miéntras exista un número, no hay que desespe¬
ra odios tal vez muy duraderos entre sus vecinos, nos
rar de encontrar la verdad,
porque al fin y al cabo, co¬
atlije demasiado, y quisiéramos descubrir en los sem¬ mo lo dice el
Evangelio,
la
verdad
es la que vence.
blantes de todos, el juicio, la sensatez, la calina, que ga¬
No necesitamos para hacerla triunfar sino hacer uso
rantiera á la ciudad y al Golejio la tranquilidad, el orden
.

.•—;

.

se

cosas

.ii

de los mismos números con
que se ha querido oscure¬
la buena armonía que la heterogeneidad de opiniones cerla.
no debiera alterar.
Esperamos que así suceda, y que
El año de 1848 fué mal año para el comercio, se
en la ánfora donde se deposite la cédula,
sepulten por dice.
mento.
En cuanto á los dos candidatos que UU. han procla¬ igual las prevenciones que abrigan tal ve/ al presente los
En 1847 se habían importado diez millones, y en
mado, nada es mas conforme á la opinion común. Ambos partidos.»
1848 solo se importaron ocho y medio.
son bien
La exportación de 1848 disminuyó en cien mil pe¬
conocidos en el Perú; ambos han hecho la guer¬
(JORREO EXTRANJERO.
ra de la
Independencia. Ambos son fundadores de ella.
sos
comparada con la del año anterior.
La Providencia los ha unido ahora con los vínculos de
una

los

patriótica liga política, renovando la amistad que
enlazó desde sus primeros años en la carrera de las

Pretender, sin luchar entre sí, ni combatirse, es
un egemplo raro, nuevo, moral, fecundo en bien
que se
dá por la primera vez en el Perú.
armas.

Estas dos candidaturas

apoyan en merecimien¬
aptitudes personales y en los sufragios que espon¬
táneamente quieren prestarles los pueblos.
Son candidaturas que solicitan de la nación, ningu¬
na de ellas es
impuesta por la fuerza, por el abuso del
poder, por la usurpación.
La Sociedad me encarga ruegue á UU. trasmitan á
la de ese Departamento los sentimientos de su cordial
fraternidad, y de su profunda veneración á los nobles
principios que ha proclamado, no menos que el tributo
de perenne admiración y gratitud al pueblo que puso con
su valor heroico á cubierto al de
Arequipa de la invasion
funesta que siguió á nuestra desgracia de Ingavi.
se

tos y

Si Puno sirvió entonces á la causa nacional,
el mismo hecho salvador de Arequipa.

fué por

Ofrezco á UU., Señor Presidente y Secretarios, la
con que
soy su muy obsecuente ser¬
vidor. —Andres Martínez.
alta consideración

El Preservador de Tacna del 14 contiene el

siguien¬

te artículo;

«La agitación que cunde en los partidos que se disputan
el triunfo en las elecciones, es una prueba de la proximieamuo 1ü2 aL malesviemos de estos senderos ni

un
en

por

momento
Cuanto de plausible tiene la libertad
todos los actos populares, tanto degrada á los pueblos
.

y

Rolivia.

Bajo el título de CASCARILLA, leemos en la Epoca
Paz, lo que sigue:
«Las últimas noticias que se han recibido de Europa
sobre el negocio quinas, son bastante desagradables.
Habia bajado considerablemente el precio á consecuen¬
cia de la vocinglería sobre un exhorbitante ofrecido, y de
las calculadas noticias que han comunicado algunos in¬
dividuos, cuya avidez por tomar el negocio de su cuenta
no conoce medio reprobado.
Felizmente la situación del mercado productor no
puede ser mas satisfactoria, pues por cálculos mas que
exactos está ya deslindado: que las quinas existentes
hasta el 31 de Diciembre no abastecerán ei ped do del
Banco para los tres años en que está prohibido el corte,
contados ellos desde el Io. de Enero próximo.
de la

El cálculo del Gobierno, al haber dictado el decreto

Esta es la verdad numérica.
De aquí se saca por consecuencia que el gabinete
de aquella época tuvo la culpa de que la importación dis¬
minuyese en dos millones, sin acordarse de que por ese
mismo tiempo acaecía un hecho que por insignificante
tal vez no se ha tomado en cuenta: hablamos de la re¬
volución francesa que suspendió por algún tiempo las

importaciones al Pacífico, á consecuencia de la paraliza¬
manera que si el ministerio de
aquella época es culpable de la disminución en la impor¬
tación, lo será igualmente de la revolución francesa que
ción de las fábricas.—De

fué

su causa.

Vamos al año de 1849, en el cual, según las pala¬
bras de nuestro colega, la prosperidad comercial volvió
al pais, en alas del partido conservador.
En ese año la importación ascendió á 10.722,840
pesos, y la exportación á 10.603,447 pesos.
Es muy cómodo atribuir todas las grandes

,

á los hombres la licencia con que algunos se permiten
desahogo desús pasiones, desús odios y venganzas,
en
aquel mismo recinto donde solo la razón y el patrio¬
tismo imperar debieran.
Es mucho mas vituperable se¬
mejante conducta por lo que influye á la division de las
familias, sembrando un gérmen que las propensiones de!
corazón humano rara vez
dejan estéril. Tocarnos al
término de esa gran campaña, y ni quisiéramos
que las
vísperas del gran dia fuesen marcadas con el recuerdo
de hechos análogos á los acontecidos en
Moquegua, e n
la provincia de la «Union» y los
que se repiten casi testa los ciatos mercantiles
presentados por el Mer¬ comparado
y
el

mejoras

de prohibición del corte de quinas, está honrosamente que esperimeta una nac on, á la influencia de los hom¬
bres que por casualidad se hallan en el gobierno, cuando
justificado-Sin esta medida bienhechora, y que concilia i acaece un hecho notable en
que no han tomado la metan decididamente, los intereses fiscales y los de la socie¬
¡ nor parte. Este es el sistema de formar grandes hombres
dad nacional, la situación del Banco habría sido poco
:
por casualidad, grandes hombres que se parecen mucomplaciente.—En tres años mas de corte no interrum¬ ! cho a!
diplomático de Scribe, que salvan y pierden á las
pido, se habría abarrotado del artículo y por mucho i naciones sin
sospecharlo ellos mismos.
tiempo, en el mercado productor, trayendo por irreme¬
Atribuir al partido conservador y al incapaz y tran¬
diable inconveniente para los intereses del Banco, la for¬
sitorio ministerio de Junio, que con sus falsificaciones
zosa de recibir la ley sobre el precio, en ¡os mercados
de la estadística oficial hizo bajar los bonos chilenos en
consumidores.
Pero todo está evitado con la previsora medida de Europa, atribuir á ese ministerio, repetimos, ei aumento
do la import*•'Aí
-óruloroíreii ei áncTTítr i 849, es""
«cr-pynirtmes*tn¿r córta^ quinas, por tre-> «nos, que~ga- i
rantiza plenamente los intereses de la sociedad nacional una cosa tan ridlcmá, pero tan soberanamente ridicula,
contratista, y volverá al artículo el precio que su estima¬ j que estamos seguros que el mas sério y estimado cotnerI ciante de Valparaiso, no podrá dejarse de reir á carcajación y necesidad tenían establecido—La
baja actual , das cuando
lea tal locura.
durará muy corto tiempo,
y á la noticia del presente es¬
Esto es atribuir al ministerio de Junio la
pacifica¬
tado, la decadencia que amenazó quedará destruida.
A ello contribuirán muy eficazmente, las últimas ór¬ ción de la Europa, que activó las transacciones con los
mercados del Pacífico, aumentando
denes que ha espedido la autoridad, sobre las
por consecuencia el
quinas que comercio de
importación
de
Chile.
hayan en las provincias, que cierran para mucho tiem¬
Esto es atribuir al ministerio de Junio la
apertura
po la via inmoral de los contrabandistas.
Ellos no de¬
del
mercado
de California, hecho en que él tuvo tanta
fraudarán mas los intereses del Banco ni los del Fisco.»
parte como en la fundación de Babilonia.
CHILE.
A estas dos causas reunidas se debió el aumento de
Hé aquí como el Comercio ele Valparaiso eon- la importación
y de la exportación en e! año de 1849,

pronto habrá concluido nuestros negocios por allá.
y sus labios con indecible alegría murmuraron estas palabras que
A las primeras palabras de Napoleon, la
duquesa de A... parecían escapársele del alma:
se habia levantado
espontáneamente. Aquella voz produjo en
/ Por finVA
ella el .choque de la chispa eléctrica. Vaciló
y hubiera vuelto á
General movimiento reinaba en aquel instante en to¬
caer sentada sin el oficioso socorro
que le prestó el emperador, dos los
salones;
el emperador se marchaba acompañándole la
obligándola á apoyarse en la mano que le presentó.
La palidez apagada de la duquesa se habia convertido en graciosa soberana escoltada de su brillante estado-mayor fe¬
menino.
encendido carmín; la estátua de mármol acababa de animarse
y
Napoleon debia dar muy pocos pasos para salir de I? sa¬
abochornada de su irreverencia tartamudeaba
algunas palabras la de baile cuando se halló frente
á frente con un joven que en¬
de escusa, cuando el emperador la
interrumpió maliciosamente traba en
aquel momento.
diciéndole casi al oido y en el tono mas afectuoso :
El recien llegado podia tener veinte
—Si ahora mismo cuando soñabais tan
y cinco años lo mas;
profundamente, no vestía frac de
era erl nuestro buen mariscal,
guardad esos hermosos sueños pa¬ condecoracionesetiqueta, á la francesa, en el cual brillaban varias
ra vuestro
estranjeras.
gabinete... Los salones son estuches demasiado gran¬
Su hermoso semblante tenia cierto aire de melancolía
des para confiarles alhajas tan
esparcido
preciosas.
por sus facciones, cabellera rubia y suave como la seda, algode ti¬
Luego se alejó dela duquesa que volvió á caer en, su rantez
de talle, le hubieran hecho notar fácilmente entre los mas
asiento, espantada y confusa por haber sido interpretada con tan¬
elegantes
de la elegante y marcial juventud de entonces; pero era
ta exactitud !
fácil conocer que habia nacido
Se rogó á Gazat que se sentara al
bajo un cielo mas frio que el nues¬
piano; Gazat, el artista tro: era
divino, cuya alma cantaba tanto como su voz.... aquel admirable tinción el tipo del gran señor aleman, perfeccionado con la dis¬
y las gracias francesas.
maestro que nos legó una familia entera de
ruiseñores, y cuya
El emperador, que poseía en supremo
grado la memo¬
gracia y prodigioso método nos han trasmitido los Damoreau,
ria de los nombres
los Ponchard, los Rigant y los Nouvrit.
y fisonomías, preciosa facultad para un sobe¬
Por una esquisita lisonja de artista, Gazat cantó una can¬ rano, que le procura tantos partidarios como lo contrario le atrae
con frecuencia
ción entonces favorita, última
enemistades, el emperador adelantóse hácia el
composición de la reipa de Holán- ¡
estranjero, que se separaba respetmosameiste para dejar libre el
da; bella romanza que nació en un trono y pronto se
populàri- ■ paso, y con una satisfacción
zó en la multitud de organillos
que no trataba de disim ilar le dijo:
que continuamente se oyen por j
—Me alegro infinito de volveros á ver,
las calles de París.
caballero; os echá¬
bamos de menos en la corte, y
agradecemos á nuestro hermano
Apenas hizo oír Gazat las primeras melodías, cuando el
silencio reemplazó las bulliciosas conversaciones de los con¬ Alejandro que nos haya enviado uno de sus principales señores
y súbditos mas distinguidos. Rusia v Francia son hermanas des¬
currentes.
de Tilsitt, y
acogemos á vuestros compatriotas como hermanos
El mismo emperador diò la señal de atención interrum¬
y
amigos.
piendo una conversación muy animada que tenia con Regnault- i
El extranjero se inclinó profundamente
de-Saint-Jean d'Angely, y cuando el cantor hubo concluido, Na¬
y el emperador
salió.
?
poleon volvióse hácia su encantadora hijastra y dividió sus eloLa duquesa desde el lugr
jios entre la real compositora y su hábil intérprete.
(/fue ocupaba en el salon, no
habia podido ver la escena
Un ária de Cimarosa, favorito
que faenaba de pasar.
compositor
del
soberano,
Con la mirada fija en la muchedumbre
se cantó
que se agolpaluego á instancia suya; y como después de Gazat, nin-

con

el de 1848.

se llamaba la
pieza mas reducida, y por cierto la mas preciosa de
aquella magnifica morada.
Su forma era circular; las paredes de mármol blanco es¬
taban cubiertas con un enverjado dorado por entre el cual se
enramaba el jazmín de España y la clemáíida; anchos
jarrones
de pórfido llenos de las flores mas raras, rodeaban una
elegan¬
te fuente de mármol-rosa,
que arrojaba un gracioso canastillo
de agua, mezclando el armonioso murmullo de su caida con las
lejanas melodías de la música del baile.
En aquel fresco retrete que ofrecía un
resplandor dulce
y misterioso, la duquesa habia encontrado un refugio contra el
bullicio é incesantes ajitaciones de la fiésta.

Casi medio tendida en una otomana cubierta de cache¬
mira blanca, la duquesa, cuyo magnífico
traje, cuya tez y bra¬
zos de alabastro se confundían con el
tegido de la India, parecia,
colocada de aquel modo, la bella estátua de la Meditación debi¬
da al maravilloso cincel de Cánova.
el

Oyóse un lijero ruido.... alguno acababa de penetrar en
gabinete
alguno, cuyos pasos no se oian merced á la mu¬

llida alfombra de Persia.

La duquesa levantó la cabeza y vió de
pié delante de ella
contemplándola con espresion profunda de amory de admiración,
al jóven extranjero,, cuya llegada al baile le habia
causado tan

vivas emociones.

Muda, por un instante, de sorpresa, turbación y feli¬
cidad, iba la duquesa á hablar
cuando el jóven, levantando la
voz de
modo que le oyeran varios cortesanos
que acababan de
entrar en el gabinete dijo :
—La reina desea que la señora
duquesa tenga la bondad
de honrarme aceptándome por
pareja, para el rigodón que S. M.

á bailar....
Recibiendo con respeto
ció la jóven por respuesta, la
va

la hermosa mano que le ofre¬
conduje al medio del salon prin¬
cipa, colocándose enfrente de la reina que les esperaba.
Atraídos los concurrentes,
por el rigodón real, pronto

formaron

un vasto círculo á
Frases frivolas y sin

su

alrededor.

interés, moneda corriente de los
bailes, se cambiaron en un principio entre la mariscala
y el extrajero, pero este, aprovechando un momento que creyó oportu¬
no para
que ninguno de los espectadores lo
advirtiera, le dijo:
—Es preciso que os vea
es preciso que os hable sin

esperaba, persuadiéndose á vec^s, en su frebril impaciencia, que
habia sido el juguefe de una ilusión demasiado dul¬
ce y querida.
principales palaciegos
Pero la duda se disipé
é invitada mil veces
muy pronto viendo aparecer otra tardanza. Estefanía
para bailar con los mas elegantes, habia re¬
se trata del
porvenir de lo que tanto
vez
al
chazado sus instancias con el
entre el séquito de la reina que volvia á en¬ amais!
prévio consentimiento dela reina de trar en estranjero
el
baile.
1
Holanda, de la cual era la primera dama de honor, ò mas bien la
Esta "noche, á las dos.... contestó
rápidamente la du¬
Pagando por delante di la duquesa, le hizo una
mas querida y sincera
amiga.
profun- quesa; en el pabellón que yo habito
en el centro de los
La alegria de aquella hermosa
fiesta, ios homenajes de da_y respetuosa reverencia, ero sin detenerse, y siguió acom¬ jardines del palacio
que era objeto, las palabras galantes de sus numerosos adorado¬ pañando á la soberana hastf'su estrado; después se confundió
^ mientras el extranjero, lleno de esperanza y de feli¬
entre la muchedumbre
que /leñaba los sa ones del palacio.
res, nada habia podido aliviar !a inquieta pmocion que se leia en
cidad, acompañaba á su hermosa pareja á su sitio,
lili**
El baile continuab/a
Fouché, mi¬
el semblante de la mariscala; sus bellos
y parecia que debia prolongarse nistro de policia, decía á la reina refiriéndose á la
ojos, vueltos sin cesar hasta
lariscala:
marisca
bácia la puerta principal del salon,
muy tarde.
He recibido en este
parecían espiar con ansia la
instante, el aviso de
el m^rísLa mariscala de AL., rehusaba todas las
llegada de alguno.,... cuando un temblor nervioso, imperceptible
invitaciones; una cal de A.... aeaba de llegar en secreto á Paris que
untos urpor
asuntó?
para los indiferentes la ajitó de pronto-, su mirada se animó, su fatiga y una tristeza que (ya no cuidaba de disimular se retrata¬ jentes
Ahora está con el emperador, y dentro de dos horas
ban en sus nobles
corazón palpitó con
estará ya con su
faccion|es.
violencia, el ramillete se le cayó de la mano
esposa.
Pejó el baile para( retirarse al gabinete de las flores»: así
le

brillo y animación que nunca.
Acababan de dar las doce, y la maríscala de A...
que con¬
tinuamente habia estado rodeada
por los
con

mas

su corazón

,

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